La velocidad de Internet influye directamente en el precio que pagamos por la conexión a Internet a nuestra operadora. Vamos a ver cómo elegir la velocidad de Internet para tu casa según tus hábitos y dispositivos conectados.
La velocidad de conexión a Internet es una dato clave que influye de forma decisiva en la factura de Internet. Si es muy baja tendrás continuos cortes y “congelamientos”, y si te pasas estarás pagando de más, y desperdiciando tu dinero.
Elegir la velocidad de Internet que debes contratar para la casa es sencillo, pero no es una ciencia exacta. Depende de factores fuera de nuestro control como interferencias, saturación de la conexión, distancia a la centralita, etc.
Cómo se mide la velocidad de Internet
Desde un punto de vista comercial, la velocidad de conexión a Internet se mide en Megas. Las operadoras te ofrece 100 Megas, 300 Megas, 500 Megas, etc.
En realidad se refieren a Megabits por segundo o Mbps. No hay que confundir con MB/sg, es decir, Megabytes por segundo, que es una medida diferente, ya que un byte son 8 bits. Comercialmente se usa el Mbps o Megabit por segundo, que aproximadamente es una velocidad de un millón de bits por segundo.
De esta forma, una conexión de 100 Megas son 100 Mbps, o 100 millones de bits por segundo. Parece mucho, pero se consume enseguida cuando hay varios dispositivos conectados a la vez viendo streaming, descargando juegos, etc.
Hoy en día ya se ofrecen conexiones medidas en Gigas. Por ejemplo, conexión de 1 Giga. Quiere decir 1 Gbps, o 1 Gigabit por segundo. Un Giga, en términos comerciales, son 1.000 Megas, por tanto hablamos de una velocidad de Internet de 1.000 Mbps.
Aunque las operadoras venden una velocidad, en realidad son dos: la velocidad de subida de datos que subes tú a Internet, y la velocidad de bajada, con la que te descargas cosas en tus dispositivos.
La velocidad de subida se usa para enviar correos, tu vídeo en una videollamada, cuando subes un vídeo o haces streaming en una red social, etc. La de bajada se usa para ver Netflix, YouTube, TikTok y otras plataformas, descargas juegos y correos, etc.
La gran mayoría de las ofertas ofrecen la misma velocidad en ambos casos. Si es una conexión de 100 Megas, son 100 Megas de subida y 100 Megas de bajada. Pero en ofertas muy baratas o en conexiones especiales, tipo vía satélite, puede ocurrir que ambas velocidades sean diferentes. Compruébalo en los contratos.
Velocidad contratada vs. real
Una cosa es lo que la operadora te vende, y otra lo que obtienes. La velocidad real siempre es un 10 o un 20% menor, porque se pierde rendimiento por la distancia a la centralita, las interferencias, etc.
De esta manera, si contratas 300 Megas, posiblemente solo recibirás 250 o 260 Mbps, incluso menos. Y será aún menos si usas WiFi en vez de cable.
Puedes comprobar tu velocidad de Internet con un test de velocidad. Hay muchos diferentes:
Si tu velocidad real es un 25% menor que la contratada, llama a tu operadora. No debería perder tanto.
Este test nos da otro dato importante: el Ping. Se llama así al tiempo de respuesta de nuestra conexión desde que hacemos algo, hasta que el destinatario lo recibe. Si juegas mucho online o haces mucho streaming o videollamadas, es importante que el Ping sea bajo.
Ten en cuenta esta pérdida del 10 o el 20%, cuando hagas los siguientes cálculos.
Cómo elegir la velocidad de Internet: método rápido
A la hora de elegir la velocidad de Internet para una casa, debes tener en cuenta el número de usuarios, y el número de dispositivos que se conectan a Internet.
La FCC, la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos, ofrece una guía básica que puedes ver aquí:
Allconnect
La velocidad mínima recomendada es 25 Megas o 25 Mbps, suficiente para 1 o 2 usuarios o dispositivos que leen correo, navegan por Internet o ven streaming en HD.
En España ya es raro encontrar ofertas por debajo de los 100 Megas. Con esta velocidad es suficiente para 2 o 4 dispositivos con streaming 4K y música, juego online y teletrabajo.
Son recomendaciones un poco vagas, así que vamos a ser más concretos.
El método más rápido para elegir la velocidad de Internet en casa, es asignar entre 25 y 40 Mbps a cada usuario. Un usuario es un miembro de la familia que se conecta a Internet con el Wifi de la casa.
Si este usuario se conecta con varios dispositivos al mismo tiempo, por ejemplo el móvil o la consola, debemos asignarse 40 Mbps. Si se pasa todo el día jugando online, descargando juegos o viendo streaming, que son las tareas más exigentes, mejor reservarle 50 Mbps.
En cambio, si ese usuario solo se conecta para leer el correo, ver unas webs o consultar redes sociales, tareas poco exigentes, le asignamos 25 Mbps.
Es importante tener en cuenta que esto no es una limitación. Es para hacer cálculos, ya que todos los usuarios podrán usar todo el ancho de banda que exista, ya sea 100, 300 o 500 Mbps, mientras nadie lo use.
Veámoslo con un ejemplo. Supongamos que en casa hay 4 usuarios. Dos solo usan Internet para el correo, webs y redes sociales. Otro se pasa el día viendo Netflix, y el otro está todo el día jugando online, viendo streaming y haciendo videollamadas por el móvil.
Les asignamos 25 + 25 + 40 + 50 = 190 Mbps.
A esto hay que sumar los dispositivos que se conectan a Internet de forma autonóma. Por ejemplo podemos tener una cámara de vigilancia que envía vídeo por Internet, un altavoz inteligente con el Asistente de Google, o una lámpara controlable por WiFi. En estos casos hay que mirar en su manual cuánto ancho de banda (velocidad de Internet) consumen, y sumarlo al total.
Si a los 190 Mbps sumamos 10 Mbps de otros dispositivos, nos quedan unos 200 Mbps. Esta velocidad no se ofrece, así que habría que optar por 300 Mbps. Contratar 500 Megas o 1 Giga, seguramente sería tirar el dinero.
Cómo elegir la velocidad de Internet: método preciso
El método anterior es un sistema aproximado. Puedes hacer cálculos más precisos.
Pregunta a cada usuario qué cosas hace al mismo tiempo en Internet. Por ejemplo, es posible que esté viendo Prime Video mientras descarga un juego y escucha música en streaming. O que suba un vídeo en streaming mientras juega, y al mismo tiempo chatea por Discord.
Después consulta esta tabla, según datos facilitados por AllConnect:
| Actividad | Velocidad necesaria (Mbps) |
|---|---|
| Páginas web y correo | 1 |
| Redes sociales | 1 |
| Llamadas por Internet (VoIP) | 0,5 |
| Videollamadas | 1,5 |
| Video en streaming (YouTube, TikTok, Netflix) | 2-20 |
| Descarga de juegos | Max (recomendable 15-20 Mbps) |
| Juego online | 3-10 |
| Educación online | 25 |
| Teletrabajo | 25 |
| Escuchar música en streaming (Spotify) | 1 |
El vídeo en streaming varía entre los 2 Mbps que requiere el vídeo en HD, a los 15 Mbps que exige un vídeo a resolución 4K con HDR.
En el caso de la descarga de juegos, van a usar todo el ancho de banda libre. Pero con descargar a 15 o 20 Mbps, ya es una velocidad aceptable.
Para casa usuario, suma las tareas que hace a la vez. Si juega, ve Netflix a 4K al mismo tiempo, y escucha Spotify, necesita un ancho de banda de 10 + 20 + 1 Mbps = 31 Mbps.
Si solo hace una tarea a la vez, usa la que más consume. Suma también lo que consumen los dispositivos autónomos: altavoces inteligentes, videocámaras, etc.
Así obtendrás el consumo preciso de todos los usuarios y dispositivos de la casa, y podrás saber la velocidad de Internet que necesitas.
El router: la pieza clave
Calcular la velocidad de la conexión a Internet correcta, no garantiza que todo vaya a ir como la seda. También hay que tener en cuenta el hardware.
Muchos dispositivos están “capados”. Tienen un módem o un conector Ethernet a una velocidad limitada. Lo normal es que estén capados a 100 Mbps. Esto significa que aunque contrates una velocidad a 500 Mbps, solo funcionarán a 100 Mbps.
Otro problema habitual, si hay varios usuarios y dispositivos en casa conectados al mismo tiempo, es que el router de la operadora se sature. Son baratos y no se defienden bien con muchas conexiones simultáneas. Si es tu caso, opta por instalar un router WiFi 6, que manejan mucho mejor varias conexiones a la vez.
También tendrás problemas de conexión si el router no cubre toda la cosa, o ciertos objetos producen interferencias. Echa un vistazo a esta tarjeta:
Si tienes en cuenta todas estas cosas, obtendrás una conexión estable incluso con muchos dispositivos conectados al mismo tiempo.
Calcular bien la velocidad de Internet que necesitas en casa, según tus hábitos y dispositivos, es vital para reducir los cortes y cuellos de botella, y para no despilfarrar el dinero. Merece la pena hacer los cálculos.
