- Author, Redacción
- Role, BBC News Mundo
Primero se produjo el accidente: el Airbus A350 que transportaba a 379 personas chocó con otra aeronave mientras aterrizaba en Tokio.
Luego llegaron el calor y el humo mientras el avión recorría la pista en llamas.
El instinto de supervivencia entró en acción y la gente se apresuró a huir de la cabina llena de humo, sabiendo que sus vidas dependían de los siguientes segundos.
Que todos los pasajeros del vuelo 516 de Japan Airlines escaparan es algo extraordinario, que los expertos atribuyen a una evacuación perfecta y la nueva tecnología.
Los que iban a bordo del segundo avión, una aeronave más pequeña de la guardia costera que iba a llevar ayuda a las víctimas del terremoto de Año Nuevo, no tuvieron tanta suerte: 5 personas murieron y el piloto resultó gravemente herido.
“Era un infierno”
Los investigadores están reconstruyendo lo que ocurrió a las 17:47 hora local (8:47 GMT) de este martes en el aeropuerto de Haneda y por qué dos aviones coincidieron en la pista.
Por ahora, los videos y declaraciones de los pasajeros hablan de unos minutos de terror y luego de incredulidad ante lo vivido.
Uno de ellos, el sueco Anton Deibe, de 17 años, describió el caos después del impacto.
“Toda la cabina se llenó de humo en cuestión de minutos”, declaró al periódico sueco Aftonbladet.
“El humo en la cabina nos afectaba muchísimo. Era un infierno”, agregó. “Nos tiramos al suelo. Luego se abrieron las puertas de emergencia y nos arrojamos sobre ellas”.
“No teníamos idea de adónde íbamos, así que simplemente salimos corriendo a la pista. Era un caos”, explicó.
Él, sus padres y su hermana lograron escapar ilesos de los escombros.
Satoshi Yamake, un pasajero de 59 años, aseguró haber sentido que el avión se había “inclinado hacia un lado” y notó “un gran golpe” en la colisión inicial.
Otro pasajero anónimo describió un “golpe, como si el avión chocara con algo al aterrizar. Vi una chispa fuera de la ventana y la cabina se llenó de humo”.
Un tercero informó a la agencia de noticias Kyodo que sintió “un estallido, como si hubiéramos golpeado algo y nos hubiéramos levantado bruscamente en el momento en que aterrizamos”.
“Pensé que no sobreviviría”
Algunos captaron fragmentos de esos momentos en sus teléfonos.
Varios pasajeros filmaron el resplandor rojo de un motor aún en llamas cuando el avión se detuvo.
Otro tomó imágenes del interior, donde una nube de humo oscureció rápidamente la lente de la cámara mientras los pasajeros gritaban y la tripulación de cabina trataba de dirigir sus siguientes movimientos.
Una pasajera declaró que estaba oscuro a bordo al intensificarse el fuego después del aterrizaje.
“Hacía calor dentro del avión y, para ser sincera, pensé que no sobreviviría“, indicó a la emisora japonesa NHK.
Según otro pasajero, el plan de escape se complicó porque solo se utilizó una puerta.
“Se anunció que las puertas de atrás y del medio no se podían abrir, así que todos desembarcaron por delante”, explicó.
Imágenes y videos muestran el momento en el que la gente comenzó a saltar por los toboganes inflables del avión, algunos revolcándose en su esfuerzo por escapar de una cabina ya en llamas hacia una mayor seguridad.
Nadie parece llevar su equipaje de mano, un factor importante en la rapidez con la que se puede vaciar una cabina.
Alex Macheras, analista de aviación, le dijo a la BBC que la tripulación pudo organizar “una evacuación de manual” en los cruciales primeros minutos después del impacto.
Salvados por minutos
El incendio se mantuvo “aislado en un área” del Airbus A350 durante los primeros 90 segundos, lo que dejó un breve intervalo para sacar a todos.
Explicó que la tripulación entendía claramente qué puertas estaban alejadas de las llamas y es por ello que no se abrieron todas las salidas para que la gente pudiera escapar.
Añadió que, en ocasiones, los pasajeros pueden ralentizar la operación cuando entran en pánico, por ejemplo intentando tomar su equipaje de los compartimentos.
El Airbus A350 es uno de los primeros aviones comerciales fabricado con materiales compuestos de fibra de carbono, que aparentemente resistieron bien la colisión inicial y el incendio resultante.
Todo esto se logró mientras el fuego se extendía rápidamente hasta envolver el avión.
Imágenes de vídeo mostraron a los bomberos luchando para contener el incendio mientras el fuselaje comenzaba a partirse en dos.
El pasajero Yamake afirmó que, pese a todo el caos, los pasajeros y tripulantes tardaron unos cinco minutos en salir. “Vi que el fuego se extendió en unos 10 o 15 minutos”, puntualizó.
Tsubasa Sawada, de 28 años, señaló; “sólo puedo decir que fue un milagro, podríamos haber muerto”.
Pasaron varias horas hasta que finalmente se extinguió el incendio. Un total de 14 pasajeros y tripulantes fueron atendidos por heridas leves.
Los pasajeros trataban de aceptar lo que acababan de vivir, diciéndoles a sus amigos y seres queridos que estaban bien y preparándose para lo siguiente.
Sawada tiene una pregunta: “quiero saber por qué pasó esto”, declaró, tras asegurar que no piensa subir a otro avión hasta obtener la respuesta.
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