Con flores, música y velones: así recuerdan a los padres difuntos en su día

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Aunque pasen los años, los recuerdos vividos junto a esa figura paterna permanecen grabados en la memoria de aquellos hijos y familias que han perdido a sus seres queridos, y que cada año, por el amor que los une, siguen visitando el lugar donde hoy reposan sus restos.

Con flores recién compradas de distintos colores, velas encendidas, música y, en algunos casos, hasta bebidas alcohólicas, desde tempranas horas de la mañana, cientos de personas acudieron a los cementerios del país para honrar a sus padres fallecidos en este último domingo de julio, Día de los Padres en República Dominicana.

Desde las 8:00 de la mañana, Katia Hidalgo se encontraba en el Cementerio Nacional Máximo Gómez. Llevando flores, encendiendo velones y limpiando el nicho de su padre, Luis Emilio Hidalgo, fallecido hace más de 10 años.

Sentada junto a una amiga de la infancia, escuchaba dos de las canciones favoritas de su padre: “Sin ti” y “Sin un amor”, interpretadas por el conjunto musical Los Panchos. En ese ambiente de música y brisa, rememoraba los momentos compartidos con el hombre que, según dijo, “lo sacrificó todo” por ella.

“El que no visite a su muerto nunca lo ha querido. El hecho de que no estén físicamente no quiere decir que espiritualmente no lo están, ellos siempre nos acompañan. Si ustedes tienen a su papá adórenlo, y cuídenlo y su mamá también”, exhortó.

Cada día de los padres, para Katia es nostálgico. Recuerda no solo a su padre quien cariñosamente solía llamarla “Catalina”, sino también a sus abuelos y tíos, figuras fundamentales en su infancia que fomentaron la unión familiar y a los que sigue considerando buenos padres.

La muerte de su papá significó perder a su confidente, una persona alegre, trabajadora y honesta. Un año después, también murió su madre por depresión y otras adversidades.

“Siento que perdí a mi padre demasiado rápido y eso no es fácil. Hay un día que yo lo recuerdo a los dos dando gritos, pero después escucho las canciones y voy recordando como ellos eran”, señaló.

Como cada año, le sirvió un pequeño trago de ron en un vaso plástico, tal como a él le gustaba, mientras seguía limpiando la tumba de su padre entre la melodía de Los Panchos.

Un amor que ni la muerte puede apagar

En el Cementerio Cristo Redentor, en el Distrito Nacional, Rafael Bautista también llegó temprano junto a sus hermanos. Pintaban el nicho de su padre, Wascar Bautista, quien les enseñó el oficio. Con las flores en sus manos y velas encendidas, hablaban del legado que Bautista les dejó.

“Es algo muy diferente porque al que le pasa es el que lo siente. Uno no sabe ni cómo explicarlo, el que ha perdido un ser querido sabe lo que se siente y lo que es pasar por eso”, expresó Bautista, quien habló sobre lo difícil que ha sido para él y sus tres hermanos seguir adelante sin la presencia de su padre.

Con su partida, su vida cambio de un instante a otro. Cada vez que tiene tiempo libre, él y sus demás hermanos visitan el camposanto. 

“El nos enseñó a trabajar para que nunca hagamos lo mal hecho“, añadió Raúl Bautista.

Hace 14 años, las hermanas Miguelina y Nancy Cabrera también perdieron a su padre. Tan solo tres meses después, su madre falleció. Miguelina, quien se dedicaba al oficio de la mecánica, contó que fue su padre quien le inculcó el valor del trabajo duro y la importancia de ser una buena persona.

“Dios me dio la vida, mi madre me tuvo en su vientre, pero fue papá quien nos condujo por el camino correcto“, expresó. “Mientras yo esté viva, seguiré viniendo a visitarlo.”

Frente a donde reposan los restos de Antonio Martí, su esposa Altagracia y su nieto colocaban las rosas rojas que con tanto amor y entusiasmo habían comprado. Para la mujer, su difunto marido fue un padre ejemplar, amigo y esposo, a cuál siempre recuerda.

“Así como las madres son cercanas y abnegadas, los padres también lo son. Es un día que se debe de recordar con mucho amor y apego, pero también recordar que sin el padre no hay hijos, para mí tanto el padre como las madres son importantes“, afirmó.

En un emotivo gesto para honrar la memoria de su padre, los cinco hijos de José Luis Frías Almánzar, fallecido en 2020, asistieron vestidos con t-shirt  de color negro llevando impreso, en el centro del pecho, una fotografía de él.

La ausencia duele

En el Cementerio Cristo Rey, el panorama era similar: familias frente a las tumbas, con lágrimas, escobas para limpiar la tierra y los residuos del polvo con el objetivo de dejar todo en orden para ese ser que ya no está físicamente.

“Es muy triste porque nadie quiere ver a sus seres queridos muertos, pero cuando la persona es buena después de muerto uno tiene que recordarlo siempre“, afirmó mientras colocaba las flores que había comprado para Daniel Antonio Gonzales, quien en vida fue su pareja y padre de sus hijos, fallecido en enero de 2025.

Cementerio Cristo Salvador 

En el Cementerio Cristo Salvador, en Santo Domingo Este, la escena también era un retrato de amor: hijos y  nietos, oraban y decoraban las tumbas con flores adquiridas afuera del camposanto a precios desde 200 pesos el ramo variado y 300 las rosas.

Algunos limpiaban los mausoleos familiares, mientras otros contrataban servicios de limpieza para retirar la maleza de las tumbas. El precio de la poda ronda entre los 600 y 1,000 pesos, dependiendo de la cantidad de maleza en la tumba.

En la capilla del cementerio Parque del Prado, municipio de Guerra, se realizó a las 10:00 de la mañana una misa en conmemoración a los padres. La administración también ofreció ramos gratuitos para ser depositados en las lápidas.

Ventas flojas

Tanto los vendedores de flores en el cementerio Cristo Rey como los del Cementerio Nacional Máximo Gómez y Cristo Redentor coincidieron en que las ventas durante este Día de los Padres han estado notablemente lentas. A pesar de que continua la tradición de llevar flores a los difuntos, muchos comerciantes se quejan de que este año la demanda ha sido baja.

Los precios de los arreglos florales varían entre los 250 y 1,200 pesos. Según Fausto, uno de los vendedores ubicado en el Cristo Redentor, las flores más solicitadas en estas fechas suelen ser la Montecasino, la tala y las del pin. En cuanto a los velones, sus precios oscilan entre 50 y 150 pesos.

“Las ventas están flojas. Antes se vendía más, pero hoy no he vendido casi nada“, expresó uno de los floristas.

Comercio en la Duarte

En la avenida Duarte, una de las zonas comerciales y más concurridas del Distrito Nacional, varios establecimientos decidieron abrir sus puertas este domingo en ocasión del Día de los Padres, a pesar de que comúnmente permanecen cerrados.

Sin embargo, los vendedores alegan que no han visto mayores ingresos pese a las ofertas y promociones que implementaron. Algunos comerciantes afirmaron que las ventas han estadoflojas” y muy por debajo de sus expectativas, mientras que otros señalan haber tenido “ventas buenas

“Mira todos esos pantalones que están ahí. No se ha vendido nada. Ayer tampoco hubo casi ventas. Todo está completamente lento“, comentó una vendedora con más de 15 años en la zona.

Otro vendedor, con siete años en su local ubicado en la Duarte, añadió: “Las ventas están flojas. Hay gente en la calle, pero ni se sabe lo que compran… hay una olla”. También señaló que muchas mujeres terminan comprando más cosas para ellas mismas que para los padres.

En cuanto a precios, los pantalones masculinos rondan entre 750 y ofertas de tres por 1,200 pesos.

“Si fuera el Día de las Madres, las calles estuvieran repletas”, agregó otro comerciante.

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Comerciante de la avenida Duarte (DIARIO LIBRE/ DARE COLLADO)

Es periodista en Diario Libre.

Periodista, técnico en Artes Gráficas y apasionado por la comunicación digital.

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