Medina indicó que el tipo de cambio también experimentará un incremento del 4.5%, alcanzando alrededor de RD$63.76 por cada dólar al finalizar 2025. En cuanto al déficit fiscal, proyecta que, aunque inicialmente se estableció en 3% del PIB en el presupuesto, es probable que este se incremente hasta 3.5% hacia finales del próximo año.
Uno de los factores más importantes para las proyecciones económicas es la expectativa de una reducción de las tasas de interés, actualmente altas y que restringen el crecimiento económico.
Medina también resaltó que, en cuanto a la inflación, se espera que los precios de las materias primas, incluyendo el petróleo y productos agrícolas, se mantengan relativamente estables. Si se produjeran aumentos en estos precios, el impacto sobre la inflación sería significativo, lo que requeriría un gasto adicional en divisas para importar estos productos.
Sobre el endeudamiento público, subrayó que, debido a la falta de una reforma fiscal, el gobierno enfrentará un déficit más alto, lo que obligará a un mayor endeudamiento. El presupuesto para 2025 incluye una reducción significativa en el gasto de inversión pública, lo que podría forzar al gobierno a reajustar el presupuesto a mitad de año para evitar un aumento más pronunciado del déficit fiscal.
Medina señala que uno de los grandes retos de la economía dominicana será su capacidad para insertarse en las cadenas globales de valor, además de adaptarse al cambio climático y avanzar en las reformas estructurales que el país necesita.
En este sentido, propone la implementación de un programa presidencial para capacitar a jóvenes en áreas clave de la cuarta revolución industrial, como programación, inteligencia artificial y automatización.
Además, destaca la necesidad urgente de reformas en el sistema educativo, laboral y previsional, así como la recapitalización del Banco Central, como medidas cruciales para garantizar un crecimiento sostenible y una mayor competitividad del país.