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Cultura Profética, o profecía de un futuro promisorio

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La agrupación musical puertorriqueña sonaba como en un disco, gracias a la calidad vocal de su solista y a la sonorización del sitio.

En tiempos en que el dembow parece ser el aplastamiento de todo lo que huela a calidad en la música, ocurren en un mismo fin de semana tres conciertos que lo niegan: Cultura Profética, Vicente García Sinfónico y Nathalie Hazim Desde Cero.

Cultura Profética recordó que existe en la Feria ganadera el Óvalo, un venue que puede ser muy favorable a la música. Por eso la gira “Sobrevolando” (gerundio de por medio) aterrizó allí con sus 25 años a cuesta y el temor del concierto de Raw Alejandro, que se hizo trizas con el público fiel y cómplice que los acogió.

Reggae puro en Ritmo que pesa, del disco M.o.t.a. “Estaba recordando anoche la primera vez que vinimos acá, en 2006. ¿Recuerdan? La historia que hemos tenido con ustedes en todos estos años… es muy loco… y hemos visto que tenemos nuestro propio público y estamos bien agradecidos de que hayan venido a escuchar y compartir esta música con nosotros. Si hay algo que confirmé es que hay una cosa que nunca cambia; hemos evolucionado, somos más viejos, pero la esencia nunca se va”, resaltó su vocalista y bajista Willy Rodríguez.

La complicidad, ¡Qué va!, Llevarte allí y Un deseo, fueron de los primeros temas musicales brindados por Willy y Boris Bilbraut, Omar Silva y Eliut González. Que siguieron entregándose en Para estar, Del tope al fondo, Sobrevolando, Herida mortal, Sube el humo y Caracoles. En voces de Willy y bebo: Ten valor, Sunshine y Llévame.

Otro cómplice, el mismísimo Vicente García, que descansaba ese sábado, estuvo allí humilde y seguro, para cantar Mi balcón. Con Rimas Pa’ resistir, Fuiste cruel e Ilegal, terminaron de sentar las bases para el próximo regreso. Tras el falso final, retornaron. La espera final, en flauta, hermosísima musicalización. Baja la tensión; No quiero vivir: Prende y sorprende. Y despedida.

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