Con profundo recogimiento y manifestaciones de cariño sincero, fueron sepultados los restos de doña Mery Pérez Marranzini, en un sepelio que honró su vida dedicada al servicio y la dignidad humana.
El acto de despedida se realizó en el Cementerio Puerta del Cielo en presencia de familiares, empleados, relacionados y directivos de Rehabilitación, la institución que fundó y lideró con vocación inquebrantable durante más de 50 años.
Su hijo, el señor Celso Marranzini, expresó palabras de gratitud en nombre de la familia, destacando el compromiso y amor que su madre sembró en cada obra realizada, especialmente en beneficio de las personas con discapacidad.

- “Ella vivió para servir, y murió rodeada del amor de su gente”, dijo con emoción.
La misa de cuerpo presente fue oficiada por el Padre Eulogio, quien pidió paz para su alma y fortaleza para sus deudos, al tiempo que recordó su fe cristiana, su humildad y su entrega sin condiciones al bienestar de los demás.

Numerosas personas depositaron flores y palabras escritas junto a su tumba, mientras otros, siguiendo su voluntad, anunciaron donaciones a la Asociación Dominicana de Rehabilitación, como testimonio de continuidad a su legado.
Biografía

María Altagracia Pérez Pintado de Marranzini nació el 20 de septiembre de 1926. En 1959, motivada por la enfermedad de su hijo Celso Marranzini, afectado por la polio, fundó la Asociación Dominicana de Rehabilitación con el propósito de brindar atención a quienes no tenían acceso a tratamientos para enfrentar las secuelas de esa y otras discapacidades.
En 1963 logró su incorporación formal, dando inicio a la trayectoria de esta grandiosa obra de amor y servicio.
Doña Mery Pérez Marranzini falleció el 8 de mayo de 2025 y fue más que una líder social: fue madre espiritual de generaciones, símbolo de solidaridad y faro moral para una nación agradecida.