El cantautor dominicano no cede espacio a la monotonía y pone a disposición de su público un tema cargado de melancolía
Las nuevas corrientes musicales no amedrentan al cantante Félix D’Oleo, una de las voces más trascedentes de la música romántica de los últimos tiempos.
Desde su avasallante “Soy como soy”, uno de los álbumes más “aguardientosos” de su exitosa carrera, hasta su más reciente corte No tengo minutos (Deminutao), el artista nativo de Hondo Valle, allá en el sur profundo, apuesta a un repertorio basado en la calidad.
De ahí su permanencia en el gusto de un público fanático que lo acompaña en los distintos escenarios donde derrama su voz melancólica, y a veces quejumbrosa, la responsable de un éxito que lleva en su andar con celo de padre orgulloso.
El intérprete de Me falta todo, Velero de amor y Yo pierdo, no descansa en su búsqueda de canciones que toquen el alma, como el versionado El retrato de mamá, que estrenará el próximo viernes, la que desempolvó del encierro del tiempo para traerlo a una nueva generación de jóvenes que gustan de su estilo.
“Quise incorporarla a mi repertorio por ser una vieja canción que evoca cierta nostalgia, hace mucho que no se actualizaba y le pusimos un toquecito de actualidad para esa nueva generación de jóvenes que nos sigue y, por supuesto, para los seguidores más adultos que ya tienen referencia de la canción”, resalta D’Oleo.
Sobre la penetración avasallante de la música urbana en estos tiempos el veterano intérprete destaca: “No podemos sucumbir ante la vorágine desgarradora que hay alrededor de la música urbana, nosotros tenemos que seguir haciendo lo nuestro, haciendo nuestra parte, no podemos dejarle el campo libre a los demás, porque hay público para todos”.
Resalta que los artistas no se pueden autoexcluir cuando llegan fenómenos musicales, algo que ha pasado todo el tiempo y seguirá pasando. “Debemos seguir trabajando y ofertarle trabajos nuevos al público que está ahí afuera, ávido de escuchar cosas diferentes, aunque sea haciendo ‘covers’. Esa canción, por ejemplo,
El retrato de mamá, crecimos escuchándola y hemos querido refrescarla para las nuevas generaciones, un público joven que gusta de la buena música. No todo está perdido”.
Félix D’Oleo hace un aparte para aclarar que todo lo urbano que se promueve hoy no es malo. “De las cosas que ellos hacen hay algunas buenas que son audibles”.
Confiado, como siempre, en colocar en el mercado historias que permanezcan en el tiempo se hace acompañar de profesionales probados como Rafael Ramírez, arreglista de la canción grabada en los estudios de Polo Parra y que formará parte de su nueva producción discográfica.
“Esperamos que El retrato de mamá sea recibido con el mismo cariño que siempre le han dado a mis canciones. El viernes lo entregaremos y el público será el jurado”, concluye D’Oleo.
EL DATO
Deminutao
D’Oleo resalta que para darle continuidad a la carrera y no pasar al club de los desaparecidos tiene que vivir haciendo cosas permanentemente y el público que lo sigue ha mantenido esa fidelidad, esa lealtad por la buena música.
En ese sentido el tema que suena en la actualidad es No tengo minutos (Deminutao), un homenaje a los “paqueticos” para las recargas telefónicas. “Es un tema, si se quiere, de humor. Trata sobre el enamorado que llama a su pareja para hablarle de sus sentimientos y, en medio de la conversación, se queda sin minutos. Eso le ha pasado a muchos”.