Por Roberto Canaan.-
Siguen saliendo detalles sobre las 16 auditorías que publicó la Contraloría. Como te contábamos ayer, la diferencia con la Cámara de Cuentas es que la Contraloría hace auditoría interna del gobierno, y por eso todas son de la gestión actual. Hasta ahora, todas las auditorías que llegó a hacer la CC antes de que los miembros del pleno empezaran a tirarse los trapos al sol y se metieran en un todos contra todos, eran de los gobiernos pasados.
El tema es que como es la primera vez que hay auditorías del mismo gobierno, ya comenzaron a pedirle al Ministerio Público que arranque nuevas investigaciones para que seamos todos toros o todos vacas. Sobre todo con los casos del Propeep y del Gabinete Social, que ya se han sazonado desde mucho antes de que salieran estas auditorías.
Si nos llevamos de lo que dice la Presidencia, no esperaremos ningún caso por ahora. Ayer mismo, el vocero, Homero Figueroa, publicó un comunicado diciendo que lo que encontraron en las auditorías fueron «faltas administrativas y procedimentales subsanables», que ya se han solucionado o están en proceso.
Administrativas, procedimentales, subsanables
Esas tres palabras indican algo en común: nadie va preso. Estas son violaciones de las normas o las regulaciones que se resuelven con multas, advertencias, suspensiones, inhabilitaciones, pero nunca llegan a un delito penal como el desfalco al estado, asociación de malhechores, sobornos, financiamiento ilícito, y todos esos cargos que hemos visto una y otra vez en las operaciones marítimas. Y lo de subsanables se explica solo: son faltas que se pueden corregir.
¿Y cuáles son?
Hasta ahora, ha salido lo siguiente sobre diferentes instituciones:
En el Ministerio Administrativo de la Presidencia, donde José Ignacio Paliza es la cabeza, encontraron cosas como: cheques que se dieron sin permiso, compras por partes para no llamar la atención, falta de control, diferencias con el dinero que se le saca a los empleados para impuestos, y cosas que tienen en la oficina sin registrar. Ese Ministerio es uno de los que ya le había respondido a la Contraloría mucho antes de que se publicaran las auditorías.
La otra es el Inapa, donde la presión es de Wellington Arnaud. Ahí lo que apareció fue: dinero para viajes y viáticos sin facturas y por encima de los límites; empleados con varios trabajos a la vez o que al mismo tiempo estaban nombrados en otra institución; cheques sin soporte y sin permiso; contratos con conflicto de interés, y así.
En Edenorte, donde la corriente la lleva Andrés Cueto, se toparon inconsistencias en los inventarios; en el Indrhi hay más de 100 títulos de propiedades a nombre de particulares; y en la Caasd también hay vehículos a nombre de terceros, y les llamó la atención que otorgaron contratos por más de 2000 millones en un solo día, a empresas previamente seleccionadas. Pero recuerda, dice el gobierno que nada de eso es muy grave ni es delito.
