TAMPA.– Tengo edad suficiente para recordar cuando Giancarlo Stanton era Juan Soto. Cuando era la adquisición comercial de temporada baja importada por los Yankees para formar equipo con Aaron Judge y aplastar a los lanzadores contrarios.
Stanton venía de ser el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional y de 59 jonrones. El paquete de regreso a los Marlins (dos prospectos con dudosas ventajas además de los Marlins de mercado pequeño que en realidad se quedaron con $30 millones del contrato) hizo que los funcionarios de los Yankees casi se felicitaran por desplumar al neófito ejecutivo de Miami Derek Jeter.
Resultó que retirar la mayor parte de los dólares de Stanton fue probablemente la mejor decisión de los cinco años de administración de Jeter. Y una plaga para Brian Cashman.
Porque eso fue entonces. Ahora Stanton y Soto están separados por un casillero vacío en el clubhouse de primavera de los Yankees. Pero un universo de béisbol. Soto intentará demostrar que es digno de más de 500 millones de dólares en la agencia libre.
Stanton intentará demostrar que todavía pertenece a la alineación regular. De hecho, podemos estar en el punto en el que un funcionario de los Yankees con el suero de la verdad diría que los dos mayores problemas de la organización en el futuro son: 1.
Soto podría irse después de esta temporada cuando, 2. Stanton seguirá en la nómina por tres años más. Cuando se le preguntó sobre la mega incorporación de los Yankees en la temporada baja, Stanton dijo que será “divertido ver y ver a [Soto] y Judge destrozar la liga, lo cual será increíble y es nuestro trabajo limpiar después de eso.
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” Eso sonó como si Stanton se relegara al coro, mientras todavía estaba en posesión de la novena garantía más grande ($325 millones) jamás otorgada a un jugador de Grandes Ligas.
Sin duda, la adquisición de Soto debería aliviar la responsabilidad de Judge como un solo hombre. Pero si esta alineación de los Yankees quiere volver a tener la calidad de una bola de demolición, el coro tendrá que cantar. Eso significa que Anthony Rizzo está más allá de su problema de conmoción cerebral.
DJ LeMahieu tiene su base completamente sana y se desempeña como lo hizo en la segunda mitad de la temporada pasada . Gleyber Torres y Alex Verdugo, no solo Soto, maximizan sus años de caminata. Anthony Volpe dio un paso adelante y la defensa de Austin Wells fue lo suficientemente fuerte como para permitir que su bate zurdo entrara en la alineación.
Y con Stanton acercándose incluso a 2021 cuando bateó 579 veces, conectó 35 jonrones y terminó con un OPS superior a 136, una temporada que ese año se parecía mucho a la del poderoso Yordan Álvarez de Houston: 598 apariciones en el plato, 33 jonrones y un OPS de .136. Además, a diferencia del año pasado, cuando la producción de Stanton tenía connotaciones del primer receptor defensivo de Houston, Martín Maldonado.
Lo que es diferente ahora es que la alineación no está tan en deuda con Stanton. Los Yankees podrían poner a Trent Grisham en el centro, Verdugo en la izquierda, Judge en la derecha y Soto como bateador designado y argumentar que la combinación defensa/ofensiva es su mejor conjunto. Eso llevaría a Stanton a la banca, si Aaron Boone tiene el valor para hacerlo.
Liman asperezas
El lunes, Stanton dijo que él y el gerente general hablaron y que no quedan problemas pendientes. Y la forma en que Stanton reconfiguró su cuerpo para someterlo a menos tensión fue un reconocimiento tácito de que, a los 34 años, debe buscar formas de mantenerse saludable.
Por: Joel Sherman
New York Post
