Viajar en avión es algo habitual hoy en día, puesto que se trata de uno de los medios de transporte más seguros del mundo, con estrictos controles y protocolos diseñados para garantizar la seguridad de los pasajeros. Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado qué ocurriría si, en pleno vuelo, una de las ventanas de la aeronave se rompiera?
De primeras, podrías pensar que no pasaría nada grave, que solo entraría algo de aire como cuando bajas la ventanilla de un coche en movimiento. Pero la realidad es completamente diferente. Una situación así podría convertirse en una emergencia crítica en cuestión de segundos y, en algunos casos, ser mortal para todas las personas a bordo.
La brutal despresurización que provocaría una ventana rota
Recientemente, un ingeniero aeroespacial explicó en una conversación con Jordi Wild qué sucedería si una ventana del avión se rompiera en pleno vuelo. La respuesta dejó claro que la situación sería mucho más peligrosa de lo que podrías imaginar.
Lo primero que ocurriría es una despresurización rápida de la cabina. El aire dentro del avión está a una presión artificialmente regulada para que puedas respirar cómodamente a grandes altitudes. Pero si una ventana se rompe, todo ese aire saldría violentamente hacia el exterior, creando una diferencia de presión tan extrema que afectaría directamente a tu cuerpo.
El experto señaló que, aunque intentaras aguantar la respiración, sería inútil. La presión en el ambiente sería tan baja que el aire saldría de tu cuerpo sin que pudieras evitarlo. En otras palabras, el oxígeno literalmente se escaparía de tus pulmones, dejándote sin aire en cuestión de segundos.
Además de la despresurización, habría una drástica caída de temperatura en el interior de la aeronave. Pasarías de estar en un ambiente cómodo de unos 20 °C a temperaturas extremas de -25 °C o incluso menos en apenas unos instantes.
Por esta razón, los aviones están equipados con mascarillas de oxígeno de emergencia, que caen automáticamente en situaciones como esta. La recomendación de ponértela en cuanto caiga es clave, ya que solo dispones de unos 20 segundos antes de desmayarte por la falta de oxígeno, dependiendo de la altitud a la que se encuentre el avión.
El peligro de intentar contener la respiración
Cabe señalar que uno de los errores más graves que podrías cometer en una situación así es intentar aguantar la respiración. Según explicó el experto aeroespacial, la diferencia de presión en el ambiente podría causar daños internos severos, ya que estarías creando una barrera de presión dentro de tu cuerpo que podría afectar a tus pulmones y otras membranas.
Por eso, en caso de despresurización, lo único que puedes hacer para sobrevivir es ponerte la mascarilla de oxígeno lo antes posible y seguir las indicaciones de la tripulación.
Afortunadamente, los aviones comerciales están diseñados con múltiples capas de seguridad para evitar que esto suceda. Sin embargo, este tipo de explicaciones sirven para entender mejor los protocolos de emergencia y la importancia de seguir las instrucciones al pie de la letra. Después de todo, nunca se sabe cuándo podrías enfrentarte a una situación así.
El pequeño triángulo negro en los aviones tiene un propósito, y una azafata lo explica
Cuando subes a un avión, probablemente te fijas en la comodidad del asiento o en la ventanilla para disfrutar de las vistas, pero ¿alguna vez has notado unos pequeños triángulos negros o rojos en ciertas ventanas? Aunque pasan desapercibidos para la mayoría, tienen un propósito crucial tanto para la tripulación como para los pasajeros.
Estos marcadores indican el punto óptimo desde donde se pueden observar mejor las alas y los motores, algo especialmente útil para las inspecciones visuales que realizan los sobrecargos durante el vuelo.
Más allá de su función estética, estos triángulos sirven como una herramienta clave para la seguridad del avión. Los pilotos pueden pedir a la tripulación que, desde esas ventanas, verifiquen si los flaps y alerones funcionan correctamente o si el tren de aterrizaje está desplegado.
En climas extremos, también se utilizan para comprobar que las alas no están acumulando hielo, un problema que podría afectar la aerodinámica y la estabilidad del vuelo. Para los pasajeros, estos triángulos también pueden ser una referencia para elegir el mejor asiento.
Si disfrutas tomando fotos desde el aire o simplemente quieres la mejor perspectiva de la aeronave en pleno vuelo, sentarte junto a una de estas marcas te permitirá ver las alas y el paisaje con una claridad inigualable. Así que, la próxima vez que subas a un avión, si ves uno de estos triángulos, ya sabrás que no es solo un detalle decorativo, sino una pieza clave en la operación del vuelo.
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Etiquetas: Curiosidades
