El jefe del Departamento de Política Monetaria del Banco Central, Joel González, destacó los fuertes fundamentos de la economía dominicana, los cuales han servido para garantizar la estabilidad de los indicadores macroeconómicos en un entorno de incertidumbre global.
Sostuvo que, de acuerdo con Consensus, la economía dominicana pudiera registrar este año un crecimiento de entre un 3.0% y un 4.0%, dependiendo de la fuente utilizada para la proyección de expansión del producto interno bruto (PIB). Por suerte, afirma, la incertidumbre encontró a la economía dominicana en buena posición.
“Esto sería un crecimiento más modesto que el registrado por República Dominicana durante las últimas décadas de un 5.0%, pero se mantendría como una de las principales economías de la región, ahora liderada por Argentina que está siendo sometida a un proceso de reforma, luego de varios años con crecimiento negativo”, explicó.
Al participar en el Congreso Internacional de Finanzas y Auditoría (CIFA) y el Seminario Latinoamericano de Contadores y Auditores (Seletca), titulado “Del riesgo a la resiliencia: estrategias clave para la evolución financiera y la auditoría moderna”, organizado por la Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana (ABA), indicó que la región, como promedio, crecería un 2.0%, mucho más modesto que el año pasado, mientras las principales economías de gran tamaño como Brasil, Chile y México, ésta última con una proyección de crecimiento de 0% por ser las más afectada por las medidas de Estados Unidos, mientras que las demás estarían por debajo del 2.5%.
Esto se agrava, dice, porque las presiones inflacionarias han regresado. En los casos de Brasil, México, Chile y Colombia ya superaron la meta fijada, lo que reduce los espacios de reacción de los bancos centrales.
Refiere que los bancos centrales venían bajando tasas de interés a partir de 2023 y 2024 cuando se observan las tasas de política monetaria de las principales economías de la región. Este año, sin embargo, indica que la mayoría ha tenido que poner en pausa ante las presiones inflacionarias. “Brasil y Uruguay han tenido que revertir esos procesos de flexibilización monetaria, incrementando sus tasas de interés, lo cual también tendrá un impacto negativo sobre el crecimiento económico”, considera el jefe del Departamento de Política Monetaria del Banco Central dominicano.
Un punto que considera interesante será determinar cuál sería el impacto de las medidas arancelarias de Estados Unidos en la región de América Latina. Lo primero que hace es marcar dos bloques importantes de países: están los de Centroamérica, que dependen mucho del mercado estadounidense, pues cerca de un 40% de las exportaciones van hacia esa nación.
En el caso de México, dice, es aún más grave, pues el 80% de sus exportaciones van hacia Estados Unidos. La realidad, sin embargo, es distinta para los países de Sudamérica, ya que son productores de materia prima y su principal socio comercial es China.