El periodista Julio Martínez Pozo se ha visto envuelto en una polémica intensa tras sus denuncias sobre las prácticas de la Procuraduría General de la República Dominicana. En un segmento de su programa, comenzando a partir del minuto 12:00, Martínez Pozo aborda las amenazas y respuestas que ha recibido de la Procuraduría, encabezada por Miriam Germán. Este artículo desglosa sus declaraciones y proporciona un análisis profundo de los puntos más críticos expuestos por el periodista.
Julio Martínez Pozo comienza su intervención reiterando sus graves denuncias sobre las negociaciones del caso “Mimilo”, afirmando que es la mayor burla a la lucha contra la corrupción en la República Dominicana. Según él, estas negociaciones representan una afrenta descarada a la libertad de expresión, permitida bajo la administración del presidente Luis Abinader.
La Procuraduría General respondió con lo que Martínez Pozo describe como un “adefesio injurioso” y “amenazante”. La institución niega cualquier irregularidad en los acuerdos homologados y asegura que todos se han llevado a cabo con transparencia y en cumplimiento de la ley. Sin embargo, Martínez Pozo acusa a la Procuraduría de intentar silenciarlo mediante amenazas veladas de muerte civil.
Martínez Pozo sostiene que la Procuraduría ha manipulado y presionado para que ciertos acuerdos sean aceptados. Menciona el caso de un abogado que denunció haber sido obligado a renunciar para que su cliente pudiera firmar un acuerdo. Además, el periodista cuestiona la legitimidad de los acuerdos y pide al presidente Abinader que aclare quién autorizó que se incluyeran contrataciones futuras de obras del estado como parte de estos.
Un punto crucial de la intervención de Martínez Pozo es la amenaza a la libertad de expresión. El periodista acusa a la Procuraduría de intentar coartar su voz mediante intimidaciones directas. Afirma que la institución está dispuesta a decretar su “muerte civil” si no se calla, insinuando la posibilidad de enfrentar cargos por lavado de activos como represalia por sus denuncias.
En un giro controversial, Martínez Pozo acusa a la procuradora Miriam Germán de ser cercana a Víctor Díaz Rúa, un conocido ingeniero implicado en casos de corrupción. Asegura que la procuradora tiene vínculos directos con Díaz Rúa, incluyendo compartir jefe de seguridad, y desafía a Germán a desmentir públicamente sus afirmaciones.
El periodista también reflexiona sobre las consecuencias de sus denuncias. Señala que la amenaza a su persona no es solo un ataque a él, sino a la libertad de prensa en general. Invita a la Sociedad Interamericana de Prensa a tomar nota de la situación y a incluir estos incidentes en su informe anual, subrayando la gravedad de amenazar a un periodista por ejercer su labor.
Martínez Pozo hace un llamado a la comunidad jurídica y a la sociedad en general para que se pronuncien sobre estos acuerdos y la amenaza a la libertad de expresión. Considera que es necesario un consenso para criticar y revisar los acuerdos que, según él, exoneran a individuos con roles clave en la corrupción del país.
En su apasionada intervención, Julio Martínez Pozo no solo denuncia lo que considera irregularidades y amenazas por parte de la Procuraduría General de la República, sino que también defiende fervientemente la libertad de expresión. Su llamado a la transparencia y a la rendición de cuentas resuena como un eco necesario en la lucha contra la corrupción en la República Dominicana. Ante la amenaza de su “muerte civil”, Martínez Pozo se mantiene firme, enviando un mensaje claro: no se callará ante las injusticias..
Julio Martínez Pozo terminó su emotivo video con esta frase : “Váyase al diablo con su maldita amenaza a la libertad de expresión”.