El mundo de la bachata se encuentra en el centro de una controversia legal que involucra a uno de sus éxitos más reconocidos. Apolinar Ulloa, un compositor dominicano, ha presentado una demanda contra El Chaval de la Bachata, alegando que la famosa canción “Dónde Están Esos Amigos” es en realidad de su autoría.
Ulloa afirma haber registrado la canción bajo el título “Dónde Están Mis Amistades” en el año 2000, siete años antes de que El Chaval la popularizara. Según el demandante, la inspiración para la letra surgió de una experiencia personal tras un accidente, donde se sintió abandonado por sus amigos.
El caso ha pasado ya por una primera instancia judicial, donde sorprendentemente se falló a favor de El Chaval. Sin embargo, Ulloa y su abogado, Joselito Bautista, están decididos a llevar el caso hasta las últimas consecuencias, incluyendo la Corte Interamericana de Derechos Humanos si fuera necesario.
La Oficina Nacional de Derecho de Autor (ONDA) de República Dominicana realizó un peritaje que, según Bautista, confirma las similitudes entre ambas canciones. Este informe ha sido fundamental para sustentar la demanda de Ulloa.
El equipo legal de Ulloa argumenta que existen inconsistencias en las declaraciones de El Chaval sobre cómo creó la canción, presentando diferentes versiones en distintas entrevistas. Esto, según ellos, pone en duda la autenticidad de su reclamación de autoría.
La disputa no solo tiene implicaciones artísticas, sino también económicas significativas. “Dónde Están Esos Amigos” se convirtió en un éxito internacional, generando importantes ingresos por derechos de autor y presentaciones en vivo.
El Chaval, por su parte, ha negado las acusaciones y ha sugerido que la demanda es un intento de extorsión. Sin embargo, Ulloa y su abogado rechazan firmemente estas alegaciones, insistiendo en que solo buscan justicia y el reconocimiento de la verdadera autoría de la canción.
El caso ha generado un debate más amplio sobre la protección de los derechos de autor en la industria musical dominicana y la importancia de registrar adecuadamente las obras creativas.
Mientras el proceso legal continúa, ambas partes se mantienen firmes en sus posiciones. Ulloa, quien interpretó emotivamente su versión de la canción durante la entrevista, espera que los tribunales superiores reconozcan lo que él considera su legítima creación.
Este caso promete seguir captando la atención del público y la industria musical, poniendo de relieve los complejos desafíos que enfrentan los artistas y compositores en la protección de su trabajo creativo.