La deuda del sector público no financiero se ha incrementado de manera sostenida en términos absolutos en cada cuatrienio gubernamental, con excepción del período 2012-2016, cuando la proporción del incremento fue menor, lo cual no implica que se haya reducido.
De acuerdo con las estadísticas del Ministerio de Hacienda, a través de la Dirección General de Crédito Público, el período de gobierno en que la deuda del sector público no financiero (SPNF) se ha incrementado más es el correspondiente a la segunda gestión de Danilo Medina, influenciado en parte por el impacto económico de la pandemia del covid-19 durante el año 2020.
Durante el período 2016-20 la deuda pública pasó de US$26,479.2 millones a US$43,091.1 millones, para un aumento absoluto de US$16,611.9 millones, colocándose en un 54.7% del producto interno bruto (PIB) de entonces, que por la crisis económica de la pandemia se había reducido en valor nominal.
Sin embargo, en los cuatro años de la primera gestión de Luis Abinader (2020-24) la situación no fue distinta. Aun habiéndose superado el impacto de la pandemia, la deuda se incrementó en US$14,267.6 millones, para cerrar en septiembre de 2024 en US$57,358.8 millones; pero con la ventaja de que marca un menos como porcentaje del PIB (46.1%), debido al crecimiento nominal constantes de ese indicador.
Deuda consolidada
Pero, si bien el segundo período de Medina endeudó más al país que el primero de Abinader, eso fue en lo referente a la deuda del SPNF. Sin embargo, cuando se agrega la deuda acumulada del Banco Central, para constituir la deuda consolidada, entonces los indicadores cambian.

Entre 2020 y 2024 la deuda del Banco Central aumentó en cerca de US$4,000 millones, que, sumados a la deuda del SPNF se coloca en US$73,470.7 millones, para un incremento absoluto de aproximadamente US$18,151.8 millones.
Eso es cercano a lo acumulado, en términos consolidados, por la deuda estatal en el período 2016-2020, en la gestión de Medina, cuando se incrementó en US$18,655.2 millones. Esto es, la suma de la deuda del SPNF y la del Banco Central durante los últimos dos cuatrienios gubernamentales.
El PIB salva el indicador
El incremento absoluto de la deuda pública es lo que general obligaciones de pago con intereses que solamente el año pasado implicaron para el Gobierno erogaciones por el orden de los RD$255,000 millones. Para este año será mayor, pues se estima un gasto en intereses de la deuda por RD$298,000 millones, es decir, aproximadamente US$4,600 millones.
Dado que el nivel de endeudamiento se mide como porcentaje del PIB nominal, si este valor sube, entonces, la deuda pública, aunque aumente en términos absolutos, se reduce como porcentaje del PIB.
Es por eso que, por ejemplo, en 2020, cuando el impacto de la pandemia del covid-19 obligó a paralizar gran parte de las actividades económicas, el valor nominal del PIB se redujo en aproximadamente US$10,000 millones al tiempo que la deuda pública se incrementó.
Ese año, la deuda estatal consolidada (SPNF + BC) se ubicó en US$54,469.3 millones, pero marcó un 69.1% del PIB.
En tanto que, cuatro años después, al cierre de 2024, la deuda consolidada es de US$71,525.4 millones, es decir, US$17,056.1 milones más, pero como porcentaje del PIB se redujo en 11.6 puntos porcentuales, a un 57.5%. ¿La razón? Si bien la deuda aumentó mucho en términos absolutos, en crecimiento nominal del PIB en ese período aumentó en una proporción mayor, dando como resultado una “reducción” relativa de la deuda como porcentaje del valor de la economía, pero no así en términos absolutos.
Menos dineros disponible
El crecimiento constante de la deuda pública como mecanismo para cubrir el déficit fiscal acumulado del Gobierno (la diferencia entre sus ingresos y sus gastos) se traduce en un costo constante del pago de esa deuda, es decir, de los intereses que genera cada año.
Por esa razón, el año pasado, por ejemplo, el Gobierno registró un déficit fiscal de aproximadamente RD$220,000 millones, pero debió pagar en intereses de la deuda cerca de RD$250,000 millones. Eso indica que su disponibilidad de ingresos para gastos se redujo en aproximadamente RD$30,000 millones.
Para este año la situación apunta a empeorar, debido a que la estimación de gastos supera en RD$243,000 millones su estimación de ingresos. Eso es el déficit fiscal. Sin embargo, para el pago de intereses de la deuda se requieren RD$298,000 millones.
Lo anterior indica que, en términos reales, el Gobierno tendrá gastos en RD$55,000 millones por debajo de sus ingresos, ya que los intereses superan en esa cantidad el déficit fiscal. Eso, por la acumulación de deuda.
Deuda acumulada
La deuda del Banco Central se ha incrementado año tras año y en mayor proporción durante el último cuatrienio. Sin embargo, como porcentaje del PIB, ese nivel de endeudamiento se mantiene cercano al promedio. Las estadísticas oficiales indican que en los últimos 25 años (2000 al 2024) la deuda del Banco Central marca un promedio de 12.7% del PIB.
En tanto, solamente en el año 2024 la deuda del órgano de política monetaria se ubicó en un 12.9% del PIB, es decir, muy cercano al promedio anual de las últimas dos décadas y media.
Dada esa situación, aunque la deuda es elevada, se mantiene acorde con el crecimiento del valor nominal de la economía.
Incluso, al observar los últimos tres años, se tiene que, también en términos absolutos, la deuda del Banco Central se redujo, pues para el cierre del año 2022 estaba en US$17,272.4 millones; en 2023 aumentó más hasta los US$18,403.4 millones; pero el año pasado terminó en US$16,111.9 millones, lo cual indica una tendencia hacia el promedio anual regular de 12.7% del PIB.