Actualmente, existen muchas estafas que preocupan a la Policía Nacional. En un alto número, son fraudes que están relacionados en mayor o menor medida con la tecnología. Casos de phishing, paquetes falsos que se hacen pasar por envíos de mensajería auténticos, o supuestas ofertas de empleo que, en realidad, lo que quieren es sacarte a ti tu dinero.
Las hay para todos los gustos. Sin embargo, existen timos que merecen una consideración especial, ya que también tienen algo de emocional: se hacen pasar por un ser querido, para que así cualquier usuario baje las defensas y se confíe. Las nuevas tecnologías, además, incluso permiten clonar la voz de cualquiera en cuestión de segundos. Pero hay una solución práctica.
La Policía Nacional y el truco para que no te engañen con la IA
La inteligencia artificial está de moda y, en muchos casos, puede resultar una ayuda para cualquiera. También puede ser un problema, sobre todo cuando se emplea en cosas para las que no debería emplearse. Los ciberdelincuentes lo saben y, como bien advierte la Policía Nacional por medio de sus redes sociales, incluso son capaces de clonar la voz de cualquier ser querido.
Su estrategia es clara: ser lo más convincentes posible a la hora de suplantar una identidad y engañarte. ¿Cómo? Pues por ejemplo diciendo que tienen cualquier tipo de urgencia y que necesitan dinero. Es más o menos lo que casi todo el mundo sabe del hijo en apuros, que lleva mucho tiempo circulando, solo que adaptado, por desgracia, a las posibilidades de las nuevas tecnologías.
¿Y de dónde sacan los ciberdelincuentes la voz de tu gente allegada? Pues de cualquier parte. Sin ir más lejos, de un vídeo subido en redes sociales. Solo hacen falta un momento mínimo de grabación para poder recrearlo. O incluso de una llamada: si la persona que sea responde y dice unas pocas palabras antes de colgar, es más que suficiente para que la IA lo replique.
Por eso, la Policía Nacional ha sugerido una solución fácil (que ya otros expertos habían propuesto antes). Simplemente, poner una contraseña que solo la familia sepa. Una especie de clave secreta, vaya. No una en plan: cuándo es mi año de nacimiento, ni nada fácil de descubrir, sino el nombre de una mascota de la niñez, el título de una canción especial o algo por el estilo.
Procura siempre mantener la calma
En cualquier caso, y con contraseñas o sin ellas, lo cierto es que hoy en día es imprescindible andarse con cuidado. Hay tantas estafas, que es imposible no encontrarte antes o después con una de ellas. ¿La principal recomendación de los expertos? No fiarte de nada, ni de nadie. Ni siquiera si se trata de una voz familiar, porque puede ser un fraude igualmente.
Sobre todo, presta especial atención a aquellos casos en los que alguien te pida algo poco habitual: dinero, información, un código de verificación. Por muchos consejos útiles que dé la Policía Nacional, al final el sentido común de cada uno es la mejor defensa contra este tipo de amenazas.
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