EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- De acuerdo con la comunicadora Ana Cabrera, los hijos consentidos terminan avergonzado a sus padres, de ahí la importancia que la sociedad empiece a criar desde el amor.
“Un hijo consentido avergüenza a un padre y a una madre, entonces tenemos que trabajar desde el amor, poniendo límites a nuestros hijos”, comentó.
En tal sentido, instó a los progenitores a trabajar diariamente desde el amor, ya que este gesto implica enseñar a los hijos el porqué ciertas acciones son incorrectas, porque amar también significa establecer límites.
“Cuando estamos hablando del amor, no estamos diciendo que seamos totalmente abiertos”, aclaró Cabrera durante un diálogo con la comunicadora y abogada Krismeli Brito Padilla en el programa “Con la Dra. Controversia”, que transmite la plataforma digital El Nuevo Diario TV.
(Ver programa).
Manifestó que aunque la crianza positiva se distancia de las prácticas basadas en el miedo que algunos padres pudieron experimentar en su propia crianza, es la más idónea para el desarrollo saludable de los niños, ya que promueve la importancia de la comunicación amorosa y la imposición de límites para cultivar un ambiente equilibrado.
“La crianza positiva se aleja de todo aquello como nosotros fuimos criados, con el miedo. Si no haces esto se lo voy a decir a tu papá o tu mamá, ¿por qué tenerle miedo a mami o papi?, esa comunicación desde el miedo es sumamente negativa. Entonces tenemos que trabajar eso cada día más en el hogar, desde el amor, desde el amor, es enseñarle al hijo, por qué algo está mal y ponerle límite, porque el amor es límite”, pronunció.
Pareja
En cuanto a las parejas, destacó la necesidad de que exista una comunicación abierta, basada en el respeto, pero sobre todo desde el amor, debido a que permite superar momentos difíciles con mayor facilidad.
“La comunicación es algo fundamental. Nosotros si aprendemos a comunicarnos, si aprendemos a decir lo que realmente yo estoy sintiendo, pero primero tenemos que aprender a comunicarnos con nosotros, porque muchas veces cuando no hacemos esa gestión emocional explotamos con el otro”, acotó.