En México, la Cueva de las Serpientes Colgantes es una atracción turística. Pero pocos se atreven a entrar. Hay serpientes que atacan desde el techo, murciélagos, y crustáceos ciegos albinos que crujen cuando los pisas. Una pesadilla aterradora.
Los seres humanos tenemos un miedo ancestral a las serpientes y los insectos. Sin justificación, porque la mayoría de las serpientes y los insectos, no atacan a las personas.
Los psicólogos creen que es un reflejo milenario de cuando sobrevivíamos al aire libre y teníamos que competir con ellos.
Serpientes que atacan desde el techo
La Cueva de las Serpientes Colgantes está situada en la localidad de Kantemó, en la península del Yukatán, en México.
Allí vive la serpiente ratonera amarillo-rojiza (Pseudelaphe flavirufa), que como su propio nombre indica, se alimentan principalmente de ratones.
Pero no ocurre así con esta colonia que lleva desde siempre viviendo en el interior de la cueva. Allí las serpientes se alimentan de murciélagos… que solo viven en el techo de la cueva.
Para atrapar a sus presas, estas culebras han aprendido a trepar hasta el techo de las cuevas, y esconderse en las cavidades. Allí esperan, agazapadas, mientras acechan a los murciélagos que pasan volando. Cuando detectan a uno se dejan caer desde el techo, sujetándose solo con la cola. Puedes verlo en este vídeo:
La cueva está completamente a oscuras, y para darle un toque aún más siniestro, en el suelo viven crustáceo ciegos albinos que crujen cuando los pisas.
La imagen mental que nos formamos es insoportable para la mayoría. Son pocos los que se atreven a entrar en la cueva.
Pero la realidad es que ni los murciélagos ni los crustáceos atacan a las personas, y las serpientes que cuelgan del techo… tampoco. Así que si entras en la Cueva de las Serpientes Colgantes, probablemente no te pasará nada. Probablemente…
Como mucho, que te caiga una serpiente en la cabeza, porque se ha caído. Pero como decimos, no te hará nada.
La Cueva de las Serpientes Colgantes, en donde las serpientes atacan desde el techo, es uno de los lugares más terrorificos de la Tierra. Pero solo porque así lo dicta la imaginación. ¿Te atreverías a entrar?
