De todas las criaturas que poblamos la Tierra desde hace más de 3.500 millones de años, la más grande es la ballena azul. Lo que puede decepcionar un poco, porque ‘solo’ pesa 180 toneladas y 300 metros de largo. No está mal, desde luego, pero palidece un poco comparándolo con King Kong, Godzilla o alguna de esas creaciones increíbles del ser humano.
Pero, ¿cómo podría aumentarse el tamaño de los seres que pueblan este Universo?
A partir de cosas pequeñas pueden surgir cosas grandes. Entonces, a partir de cosas grandes, ¿podremos hacer células más grandes? Según informa ‘Science Alert‘, con pocas excepciones, la mayoría de las células autorreplicantes de la biosfera no se pueden ver sin la ayuda de un microscopio. Hay una buena razón para esto. De hecho, toda una variedad de razones, todas basadas en principios arraigados en la química y la geometría.
La acetabularia, aunque solo alcanza alrededor de diez centímetros, es uno de los organismos unicelulares más grandes que contiene solo un núcleo
Tomemos, por ejemplo, la relación entre el área de la superficie de un objeto y su volumen. A medida que los objetos 3D (como las células) se hacen más grandes, esta proporción se reduce, lo que significa que la sustancia pegajosa del medio se expande más rápido que su capa exterior. Tener menos superficie por micrómetro cúbico de célula es como tener una boca que no puede seguir el ritmo de un cuerpo en crecimiento: restringe la velocidad a la que los nutrientes y gases importantes pueden cruzar la frontera para llegar a las propiedades inmobiliarias en expansión.
Esa no es la única restricción. También hay cuestiones de estructura. Incluso las células grandes necesitarán separar su membrana y su ADN en algún momento si quieren replicarse. La mecánica de este proceso para la mayoría de los seres vivos se basa en estructuras similares a hilos llamadas microtúbulos, que actúan como un esqueleto que le da estructura a la célula y un medio de movimiento. Estos también ayudan a poner un límite en el tamaño de las celdas.
El General Sherman es el árbol vivo más grande de la Tierra: mide 80 metros
Por supuesto, la evolución podría tropezar con soluciones para ampliar los límites de la bioingeniería. Por ejemplo, la Caleurpa taxifolia (un alga invasiva de rápido crecimiento que echa por tierra toda la teoría celular). De la misma forma, el alga conocida como globo ocular del marino (Valonia ventricosa) también merece una mención como una sola célula gigante. Y también está la acetabularia, que aunque solo alcanza alrededor de diez centímetros, es uno de los organismos unicelulares más grandes que contiene solo un núcleo.
¿Cómo de grande puede ser una planta?
Hace aproximadamente dos mil quinientos años, en una parte de los Estados Unidos (en California, concretamente) brotó una semilla. Hoy en día, ese retoño mide un poco más de 80 metros de altura. Es un espécimen tan impresionante que incluso se le ha dado el nombre de General Sherman: el árbol vivo más grande de la Tierra. Y eso que el General es minúsculo si lo comparamos con uno que fue aunque ya no está: el gigante conocido como el árbol francés de Lindsey Creek. Una secuoya costera que se remonta a los albores de los dinosaurios y medía nada más y nada menos que 118 metros.
Para soportar masas tan impresionantes y alcanzar alturas vertiginosas, las secoyas han desarrollado algunos trucos para superar las limitaciones, igual que los problemas de ingeniería a los que se enfrentan nuestros rascacielos (el Burj Khalifa de Dubai, de 828 metros de altura, es el edificio más alto del mundo). Un árbol aún más alto necesitaría superar desafíos similares en el soporte del suelo, sin mencionar el transporte de agua y nutrientes, y la longevidad para el crecimiento.
El Burj Khalifa de Dubai, de 828 metros de altura, es el edificio más alto del mundo. Un árbol aún más alto necesitaría superar muchos desafíos
Eso está muy bien, pero, siendo sinceros, los árboles no impresionan tanto como lo puede hacer un Godzilla. En comparación con los desafíos de evolucionar una bestia del tamaño de una montaña, las plantas rascacielos y los mega hongos son simples. Es probable que los animales no vayan mucho más allá. Los más grandes que ha visto la Tierra perecen a la rama de los saurópodos (en el árbol genealógico de los dinosaurios).
Cuando un animal duplica su tamaño, su masa aumenta por ocho. Los huesos deben desarrollar formas de mantener este peso adicional fuera del suelo, por ejemplo, aumentando su densidad, y luego los músculos deben tirar de él. Esto no solo exige más energía, sino que ejerce una presión adicional sobre el corazón y los pulmones.
Los saurópodos tenían un diseño corporal eficiente, basándose en una dieta vegetal. Su cabeza se movía buscando comida mientras el cuerpo permanecía quieto
Los saurópodos tenían un diseño corporal eficiente, basándose en una dieta vegetal. Su cabeza se movía buscando comida mientras el cuerpo permanecía quieto. En el caso de un nuevo posible Godzilla, tendría que moverse para cazar a sus presas. Por eso probablemente los dinosaurios carnívoros no eran tan grandes.
Las ballenas han perfeccionado esta estrategia en las últimas decenas de millones de años, expandiendo su longitud y circunferencia. Impulsados por el agua de mar, sus huesos se han librado del trauma de sostener toda esa masa, y sus músculos pueden concentrar su energía en lanzarse sobre enjambres de nutritivos crustáceos.
Pero incluso si pudieran comer más, es posible que los animales no vayan a ser mucho más grandes de como los conocemos, pues para hacer crecer una megabestia necesitaríamos un mundo donde la gravedad sea baja, los océanos sean profundos o la atmósfera sea densa. Es decir, si vamos a seguir viviendo en la Tierra, los probables Godzillas no se parecerían en nada a Godzilla.
De todas las criaturas que poblamos la Tierra desde hace más de 3.500 millones de años, la más grande es la ballena azul. Lo que puede decepcionar un poco, porque ‘solo’ pesa 180 toneladas y 300 metros de largo. No está mal, desde luego, pero palidece un poco comparándolo con King Kong, Godzilla o alguna de esas creaciones increíbles del ser humano.
