EL NUEVO DIARIO, ROMA.- La titular de Sanidad de Italia, Giulia Grillo, defendió hoy que los padres vacunen a sus hijos antes de que vayan a la escuela, pero advirtió de que la coacción no puede ser el instrumento que use el Estado para lograrlo.
La ministra realizó estas declaraciones en una entrevista que publica el diario italiano “Corriere della Sera”, después de la polémica generada en el país por la intención del Gobierno de posponer la normativa que obligaba a los padres a certificar que habían vacunado a los niños antes de que ingresaran en guarderías y escuelas infantiles.
En 2017, el Gobierno italiano formado entonces por el Partido Demócrata (PD, centroizquierda) y su socio conservador Nuevo Centroderecha aprobó un decreto ley que imponía la vacunación obligatoria para los menores y sanciones para los padres que no cumplieran con esta responsabilidad.
La medida, impulsada por la entonces ministra de Sanidad en funciones, Beatrice Lorenzin, hacía obligatorias para el próximo curso escolar colocar diez vacunas, entre ellas las de la polio, difteria, tétanos, sarampión y rubeola, y exigía que los menores en edades comprendidas hasta los 6 años debían estar vacunados.
Si no, no podrían ser inscritos en guarderías o jardines de infancia, mientras que los padres cuyos niños de más de 6 años no estuvieran vacunados se arriesgaban a afrontar sanciones económicas.
El nuevo Gobierno, del antisistema Movimiento Cinco Estrellas y la ultraderechista Liga, quiere que esta normativa no entre en vigor este curso escolar y aboga por posponerla para el curso 2019-2020.
El Senado ha aprobado recientemente el llamado decreto Milleproroghe, un decreto ley con el que en Italia se amplían las disposiciones legislativas cuya efectividad cesaría a fines del presente año y prorroga el plazo para la entrada en vigor de ciertas normativas.
Este decreto, que debe pasar aún por la Cámara de los Diputados tras la vuelta de las vacaciones de los parlamentarios, incluye un punto sobre las vacunas y consiente que los padres presenten solo una autocertificación en las escuelas para justificar que sus hijos ya han sido vacunados.
“La obligación permanece para las diez vacunas identificadas por la norma. Cambia la sanción para las guarderías y los jardines de infancia, porque creemos que la coacción no puede ser la única herramienta disponible para que un Estado logre los objetivos”, considera la ministra.
La norma, prosigue, busca la “simplificación administrativa”, pero “la obligación permanece”, por lo que se pedirá a las autoridades regionales que aumenten los controles.
El líder de la Liga y ministro del Interior, Matteo Salvini, ha rechazado en el pasado la obligatoriedad de las vacunas y ha defendido que esta decisión debería ser de los padres.
La iniciativa del Gobierno ha sido criticada por miembros de la oposición, empezando por la política Lorenzin, en cuya opinión “los italianos que están en contra de las vacunas son minoría”, mientras que para el senador del PD Davide Faraone se está poniendo en riesgo la salud de los menores.