Según los historiadores de cine, se han hecho a lo largo de la historia del séptimo arte alrededor de mil películas con vampiros como protagonistas, por mucho que Drácula o Nosferatu sean casi siempre los protagonistas más recurrentes. Bueno, y aunque en el fondo no dejen de ser prácticamente el mismo personaje, como el nuevo remake del clásico de 1922 ha vuelto a poner de manifiesto.
Sin embargo, existen otros films con estos seres sobrenaturales como protagonistas y que, de alguna forma, dieron una vuelta de tuerca al mito, hasta el punto de terminar por convertirse en producciones de culto. Una de ellas, estrenada en la ya lejana década de los 80, pero que hoy puede verse en Filmin. Te contamos por qué fue, y sigue siendo, toda una referencia para muchos.
Hay vida (o muerte) más allá de Nosferatu
Nadie duda que el reciente estreno de Nosferatu ha vuelto a crear una “vampiromanía” dentro del cine. En especial debido al acalorado debate que la versión de Robert Eggers está generando entre los aficionados. No faltan quienes la consideran una obra maestra, fiel al clásico, pero también están los que aseguran que, en realidad, tiene más de Drácula que de Nosferatu.
Por mucho que resulte difícil distinguir dónde empieza uno y termina el otro, si es que tal cosa es posible, lo cierto es que la fiebre por los vampiros parece no solo formar parte de plataformas como Netflix, sino también de otras como Filmin. Es precisamente dentro de su catálogo donde se puede encontrar el clasicazo de los años 80 Jóvenes ocultos, dirigido por Joel Schumacher.
Estrenada en 1987, este film fue, con permiso de la no menos clásica Noche de Miedo (Tom Holland, 1985), la culpable del “revivir” que los vampiros experimentaron en el cine hace unas cuantas décadas. Su éxito fue inmediato, Lost Boys, cómo se llamó originalmente en inglés, costó poco más de 8 millones y logró recaudar más de 30 millones de dólares solo en Estados Unidos.
Sin embargo, su historia creó un considerable impacto que fue más allá de lo económico. La película narraba la historia de Michael y Sam, dos hermanos que se mudan con su madre a la pequeña ciudad costera de Santa Carla. Pronto, Michael es atraído por un grupo de adolescentes rebeldes liderados por el carismático David, interpretado por Kiefer Sutherland.
Vampiros ochenteros
Hay que tener en cuenta que hasta el estreno de Jóvenes ocultos, los vampiros eran habitualmente asociados a personajes góticos de antigua ascendencia. Bien es cierto que Chris Sarandon ya lucía jerséis de cuello alto en Noche de miedo, pero aún así dejaba de ser un Drácula algo más actualizado. Jóvenes ocultos hizo que estos seres llevaran cazadoras de cuero y montaran en moto.
Su peculiar estética, sumada a un concepto desenfadado, donde el terror y el humor se daban la mano, o su rockera banda sonora, hicieron que la película no solamente funcionara en taquilla, sino que a día siga siendo tan disfrutable como en el momento de su estreno. Algo que no todos los clásicos de los 80 pueden decir.
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Etiquetas: Películas
