Nvidia ha anunciado que retrasará el lanzamiento de su nueva generación de GPU para juegos “Blackwell” hasta principios de 2025. Esta noticia llega en un momento en que la compañía está viviendo un dulce crecimiento sin precedentes en el sector de la inteligencia artificial, lo que ha llevado a una reorientación de sus objetivos.
Según informes recientes, la compañía no comenzará a aumentar la producción de sus nuevas GPU Blackwell hasta su cuarto trimestre fiscal, que inicia en noviembre de 2024. Esto significa que los consumidores no verán las nuevas tarjetas gráficas en el mercado hasta, como mínimo, el CES de 2025 en enero.
Este retraso en el lanzamiento de las GPU para juegos choca directamente con el éxito de Nvidia en el sector de la IA. La compañía acaba de reportar un trimestre récord con ingresos de 30.000 millones de dólares, de los cuales 22.000 millones vienen de la computación en centros de datos.
Esto ahora pone sobre la mesa bastantes dudas sobre si Nvidia reservará sus mejores tecnologías para este sector en lugar de para los jugadores.
Nvidia prioriza la IA y deja a los jugadores en la estacada
La decisión de Nvidia deja clara esa tendencia de 2024 que ahora está llegando a toda la industria. AMD, su gran competidor, tampoco se espera que lance su nueva arquitectura gráfica RDNA 4 antes de 2025. Incluso Intel, que busca entrar en el mercado de GPU de alto rendimiento, probablemente no lanzará su serie Arc B basada en la arquitectura “Battlemage” hasta 2025.
¿Este retraso generalizado que va a suponer de cara a los consumidores? Con la demanda de chips de IA en auge, es posible que los precios de las tarjetas gráficas para juegos se mantengan elevados durante más tiempo.
Nvidia desde luego está situando su foco en otro sector y lo cierto es que hablando de empresas que buscan maximizar sus beneficios, no es algo que sorprenda, ya que la compañía ahora obtiene más de cinco veces los ingresos de la venta de GPU de IA que de las GPU para juegos.
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