Guillermo Azábal Los Ángeles (EE.UU.), 16 de Junio (EFE).- El músico Poncho Sánchez, precursor del jazz latino en EE.UU., que trabajó con figuras como Celia Cruz o Tito Puente, ensalzó el poder de los ritmos caribeños “más allá del reguetón y su simpleza comercial” en una entrevista con EFE antes de su concierto en el mítico Hollywood Bowl de Los Ángeles.
“El reguetón, y algunas formas de bachata, para mí suponen música comercial bastante simple. No quiero desprestigiar a nadie, pero no es algo difícil de hacer, melódicamente hablando”, añadió el percusionista ganador de dos premios Grammy y otro galardón honorífico de la Academia Latina de la Grabación por su trayectoria. Valiéndose de las palabras más respetuosas que acertó a elegir mezclando inglés y español, Pablo Sánchez, como reza su nombre en su carnet de identidad, afirmó que prefiere creaciones “más sofisticadas pero igualmente bailables”, como “la salsa o el jazz latino».
Sánchez (Laredo, Texas, 1951) es el pequeño de once hermanos de una familia de raíces mexicanas que salió adelante regentando una lavandería en la ciudad californiana de Norwalk. Allí, entre discos de la Orquesta Aragón, del propio Tito Puente y de Cal Tjader, surgió su interés por la música cubana en general y por el chachachá o el mambo en particular.
“Mis hermanas escuchaban los programas de Chico Sesma, el primer DJ que pinchaba estos ritmos en Estados Unidos. Una vez al mes, íbamos a bailar a sus sesiones en directo al Hollywood Palladium”, rememoró este artista que atesora ya más de 40 años de carrera profesional.
Cuatro décadas en las que su música ha sido ovacionada en certámenes de renombre como el Newport Jazz Festival de Nueva York o los festivales del género que se celebran en estados como Hawái y en países como Japón.
“Cuando empecé no era muy popular, se llevaba el rock latino de figuras como Carlos Santana, pero conseguimos hacerlo famoso y llevarlo a todo el mundo. Ese es uno de los hitos que más me enorgullece”, manifestó durante la entrevista.
La ilusión también se hace patente en su voz cuando menciona a la propia Celia Cruz, a Tito Puente y a Cal Tjader, figuras con las que “siempre soñó” tocar. “Puedo decir que lo conseguí. Yo he colaborado con ellos y al contrario, cuando ellos acudían como invitados especiales a muchos de mis conciertos.
Eso es algo que me llevaré para siempre”, expresó el músico, que mira con “optimismo” el futuro del jazz latino. Gran parte de la proyección internacional del género se la atribuyó a “internet y plataformas como YouTube” que, según él, han conseguido democratizar el acceso de los advenedizos a este tipo de música y han permitido que goce de “mejor salud que nunca».
“Hay que matizar que el jazz latino ha tenido rachas, pero siempre ha contado con un gran volumen de seguidores muy leales. Yo he podido vivir bien, muy bien, de hecho, con esto, así que no estará tan mal”, bromeó.
Las posibilidades de que el jazz continúe interpelando a nuevas generaciones y cautivando a otros espectros sociales también pasan porque se les “abra hueco” en las categorías generales de “escaparates tan mediáticos como los Grammy” anglosajones, de acuerdo con la visión de Sánchez. Unos galardones que en su última edición reconocieron el talento de la cantante estadounidense de jazz Samara Joy (23 años) en el apartado de mejor artista nueva.
Tanto Joy como Kamasi Washington, “fantástico jazzista reconocido internacionalmente por su versatilidad”, conforman junto a Poncho Sánchez el cartel del festival que se celebra este fin de semana en el Hollywood Bowl, anfiteatro que ha visto pasar por su escenario a figuras que van desde Stevie Wonder o Bob Dylan hasta Prince. EFE