Ya lo mencionamos hace unos días: parece que hay una criptomoneda en la que aún se mantiene cierta confianza. Hablamos de Shiba Inu y las inversiones millonarias que algunas ballenas han estado realizando gracias a algunos proyectos que podrían salir a la luz.
Los especialistas en criptomonedas han tildado a este momento como uno de las más llamativos en los últimos años y, es que, al final de todo, resulta que las divisas virtuales, en última instancia, no son tan estables como se creían. Incluso con las redes de contingencia que tienen, parece que no son capaces de mantenerse a flote.
Shiba Inu (SHIB), gracias a sus crecientes utilidades, quizá impulse una recuperación. Esta criptomoneda parece haber estado ganando impulso ya que grandes ballenas están comprando millones de tokens.
Pese a todo esto, desde hace un par de días, su ritmo de subida se ha ralentizado, se han destruido 11000 millones de tokens enviados gran parte de las mismas a billeteras no gastables para intentar frenar esa caída de valor. Este proceso es totalmente transparente y a través de esta página web puedes consultar la quema actualizada.
¿Qué puede ocurrir con esta criptodivisa si se siguen quemando tokens a este ritmo?
Primero de todo, la quema de criptomonedas es una técnica muy usada, sobre todo por Shiba Inu, en la que se busca mejorar el precio de cada token al disminuir la oferta en circulación. Este proceso de “quema” se basa en el envío de estos tokens a carteras a las que nadie tiene acceso.
Esto mayoritariamente es positivo para la continuidad de la moneda, para los inversores e incluso beneficia a los mineros, ya que podrían seguir creando de una forma más barata, sin embargo, cuidado con la quema masiva, ya que podría afectar al precio de mercado de la moneda y tener un efecto totalmente contrario.
Parece, además, que esta quema masiva no ha surtido el efecto deseado (SHIB ha perdido un 5,3% en las últimas 24 horas) y ya se prevé para dentro de unos días un nuevo proceso de quema de tokens.
