La Junta de la Reserva Federal de los Estados Unidos dijo hoy que Michael Barr dejará el cargo de vicepresidente de supervisión bancaria, aunque continuará en sus funciones como miembro de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal, lo que significa que no habrá una nueva vacante en la junta de gobernadores de siete miembros.
Como principal regulador bancario de la Reserva Federal, el vicepresidente de supervisión tiene un papel fundamental en la regulación financiera, incluyendo al sector de las criptomonedas en Estados Unidos.
Así que Barr tuvo un impacto significativo con su enfoque riguroso hacia la regulación de las stablecoins. Además, fue ampliamente reconocido como una figura clave en la restricción de los bancos para ofrecer servicios de custodia de bitcoin y otros activos digitales.
“Barr ha fallado en su deber”, dijo el senador Tim Scott, criticando a Barr por su “fracaso en las quiebras bancarias en 2023”. El supervisor bancario, apoyó una propuesta de ley que prohibiría todas las stablecoins, menos la de los bancos federales, y presionó para que la Reserva Federal pueda controlar y hacer cumplir la ley contra los emisores de stablecoins.
De igual manera, Barr abordó la idea de una moneda digital del banco central (CBDC) en los EE. UU., diciendo que la Reserva Federal todavía está completamente en la fase de investigación.
Sin embargo, ahora, cuando se informa que renunciará el 28 de febrero, o antes si se nombra un sustituto, se agrega que Barr tomó su decisión para prevenir un posible conflicto con el gobierno entrante en Estados Unidos. Su decisión significa que Trump tendrá que elegir a su reemplazo entre los siete gobernadores actuales de la Fed, a menos que uno de ellos opte por renunciar voluntariamente antes de que expire su mandato.
«El puesto de vicepresidente de auditoría se creó para crear transparencia y rendición de cuentas a raíz de la crisis financiera mundial», dijo Barr. «Sin embargo, cualquier desacuerdo sobre esta posición podría ser perjudicial para nuestra misión», agregó. Su mandato no expiraba hasta julio de 2026, y previamente había dicho al Congreso que tenía la intención de permanecer en el puesto.
En realidad, la decisión de Barr se alinea con el deseo de la administración Trump de hacer cambios rápidos y para ello necesitará nominar a un candidato dentro de la Junta de Gobernadores que esté más en sintonía con sus propias opiniones sobre la regulación bancaria.
Su sucesor debe ser nominado oficialmente por Trump después de que asuma el cargo el 20 de enero, y luego confirmado por el Senado estadounidense controlado por los republicanos.
De acuerdo con diversas opiniones, Michelle Bowman, una gobernadora que se ha opuesto constantemente a los intentos de promulgar una regulación bancaria más estricta, sería la principal candidata a ocupar el puesto de Barr.
Según The Block, la Reserva Federal dijo que no planea asumir una reglamentación significativa hasta que se confirme al sucesor de Barr. Por lo tanto, su salida de Barr despeja el camino para que el gobierno de Trump comience a trabajar en una agenda más favorable a la industria.
En el evento Blockchain Summit celebrado el año pasado, Bowman dijo que «los reguladores tienen que reconocer que el cambio tiene que suceder y tenemos que estar dispuestos a trabajar con instituciones y con proveedores de tecnología para crear un entorno que pueda facilitar una adopción e integración seguras y sólidas con el mundo de las criptomonedas».
En ese momento, Bowman también dijo: «Creo que hay oportunidades para interactuar directamente con la industria para tratar de comprender mejor las tecnologías y los beneficios que pueden brindar y luego tratar de comprender también qué riesgos podrían presentarse y cómo podrían mitigarse».
