República Dominicana pierde en promedio el 0.9 % de su PIB por los efectos negativos del cambio climático, solo en infraestructuras para transporte y vivienda, ascendiendo hasta un 10 % de pérdidas en infraestructuras en caso de fenómenos atmosféricos extremos, como un huracán categoría 4.
Los datos están contenidos en el último informe de estabilidad financiera del Banco Central.
El vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio (CNCCMDL), Max Puig, dijo que los efectos negativos del cambio climático afectan la vida de los ciudadanos y representan un riesgo para la estabilidad y el crecimiento de sectores estratégicos como el turismo, la agricultura, la energía y la industria en República Dominicana.
Puig reiteró que la acción climática es “una condición fundamental para la transformación económica que nuestro país requiere”, en atención a gestionar los riesgos que el cambio climático impone a los sectores productivos de la economía y a la sociedad en general. “Nada ganamos con gestionar cooperación y obtener buenos resultados si no priorizamos las acciones que abordan los impactos del cambio climático en el presupuesto nacional, para asegurar una estructura institucional capaz de cumplir las tareas y de desarrollar las acciones que nos lleven a alcanzar las metas propuestas para hacer frente a las amenazas”, dijo Puig.
En ese sentido, resaltcó la importancia de que la República Dominicana sea el primer país de América Latina y el Caribe en aplicar la nueva metodología para el estudio de Evaluación de la Gestión de las Finanzas Públicas para el Cambio Climático (PEFA Clima), cuyos resultados fueron presentados junto con el Ministerio de Hacienda; el de Economía, Planificación y Desarrollo, así como el de Medio Ambiente y Recursos Naturales, con apoyo del BID.
Se requiere crecimiento más sostenible
Max Puig insistió en que avanzar en esos sectores abrirá oportunidades estratégicas para el desarrollo del país, puesto que “la renovación de nuestras industrias, la atracción de inversiones verdes y la creación de capacidades en la fuerza laboral dominicana permitirán mitigar los efectos del cambio climático, así como impulsar un crecimiento económico más inclusivo”.