Durante su desarrollo, los plátanos se doblan geotrópicamente, según su peso, determinando la forma que presentará el racimo. Él árbol es uno de los más grandes que existen sin tallo grueso, ya que alrededor del 93% está constituido por agua. A diferencia de otras frutas que crecen hacia abajo, el plátano crece hacia arriba por una razón de supervivencia. En esta posición, la flor presente en la punta queda expuesta a los pájaros e insectos que comen su néctar y facilitan la polinización y fertilización de la planta. De ahí su forma curva.
Por otra parte, esta fruta se originó en la capa media de la selva, donde hay poca luz solar. Si hubiese crecido hacia la escasa cantidad de luz que penetra lateralmente a través de la vegetación, la planta se habría desequilibrado y caído.
El plátano es la fruta tropical más cultivada y una de las cuatro más consumidas, junto a los cítricos, la uva y la manzana. En la actualidad se pueden encontrar más de cien variedades, aunque el más común es el conocido como plátano enano. Las hojas contienen fibras que son muy provechosas y con muchas utilidades fundamentalmente en los países del Caribe. Tiene un alto valor nutritivo, ya que se trata de una fruta rica en fósforo, potasio, carbohidratos y vitaminas A y C.