París.- Kylian Mbappé con un salario bruto de 6 millones de euros al mes es una vez más el futbolista mejor pagado de Francia, y quintuplica con creces a los que vienen tras él, Ousmane Dembelé, Marquinhos, Lucas Hernández y Milan Skriniar, todos ellos también del París Saint Germain (PSG).
En la lista de salarios de los jugadores de la liga francesa, que L’Équipe publica este jueves por octavo año consecutivo, los diez futbolistas mejor pagados son del PSG, que está muy por delante de los demás clubes, con una remuneración media de 937.500 euros mensuales.
Por detrás están Marsella, con un promedio de 261.000 euros, Lyon con 180.000 y Mónaco con 155.000.
Mbappé, Dembelé, Marquinhos, Hernández y Skriniar son los únicos que superan el umbral del millón de euros, y a continuación los mejor pagados son Donnarumma (849.500 euros), Asensio (831.000), Kolo Muani (750.000), Hakimi (738.600) y Mukiele (700.000).
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Los primeros de la lista que no visten los colores del PSG, en la undécima y duodécima posición, son Aubameyang, del Olympique de Marsella (650.000) y Ben Yedder, del Mónaco (650.000).
Al final, entre los 30 jugadores de Francia con los salarios más elevados, 18 son del club de la capital, 6 del Lyon, cinco del Marsella y uno del Mónaco. Pese a todo, la masa salarial del PSG está disminuyendo y lo va a seguir haciendo.
La plataforma de análisis de datos económicos de los clubes comerciales Football Benchmark ya había calculado que de los 729 millones de euros en la temporada 2021-2022 se pasó a los 633,7 millones en la siguiente, cuando era la segunda más alta de Europa, sólo superada por la del Barcelona.
Football Benchmark anticipa en su último informe que “se esperan otras mejoras en 2023-2024 tras la salida de jugadores clave, pero costosos como Lionel Messi, Sergio Ramos, Neymar y Marco Verratti”, y el movimiento debería continuar la próxima temporada con el fin de la era Mbappé, que por sí solo recibe 72 millones de euros al año sin primas.
De estos salarios brutos, que no integran las primas, hay que descontar las cotizaciones, que para los futbolistas mejor pagados suponen alrededor del 11 %. Y de la remuneración que reciben de forma efectiva, los jugadores tienen que pagar los impuestos que en Francia para los mejor pagados pueden llegar al 45 % a lo que hay que tienen que añadir una contribución excepcional del 4 %.
Lo que significa que un futbolista que tuviera un salario bruto de un millón de euros, después de las cotizaciones y los impuestos, se quedaría con 450.000, aunque si ha llegado a Francia del extranjero puede deducirse un 30 % de la remuneración neta que está exenta de la fiscalidad francesa.