En los primeros tres meses de 2024, la industria dominicana tuvo una dinámica variada, con un incremento general en las ventas reportadas a la Dirección General de Impuestos Internos (DGII).
Según el reciente informe publicado por la revista Hecho en RD, elaborada por la Asociación de Industrias de República Dominicana (AIRD) y con datos aportados por Despradel & Asociados (Dasa), el total de ventas alcanzó RD$ 19,263 millones, lo que marca un aumento del 11% en comparación con el mismo período del año anterior.
El sector de servicios lidera el crecimiento con aumento del 13%, al alcanzar RD$1,428,172.5 millones. Este crecimiento significativo puede estar vinculado a una recuperación continua y un mayor dinamismo en áreas como el turismo y las tecnologías de la información, reflejando un resurgimiento tras las restricciones de la pandemia y una mayor demanda de servicios profesionales y tecnológicos.
El sector de construcción también ha mostrado un desempeño robusto, con un aumento del 18%, alcanzando RD$77,270.6 millones en el período estudiado. Este incremento podría ser indicativo de una mayor inversión en infraestructura y desarrollo urbano, impulsada por proyectos tanto públicos como privados.
En el sector agropecuario, las ventas crecieron un 7.82% alcanzando RD$ 42,362.5 millones. Este crecimiento moderado sugiere una estabilidad en la producción agrícola, a pesar de los desafíos climáticos y económicos que pueden haber afectado a esta industria. La continuidad en la producción agropecuaria es crucial para asegurar la seguridad alimentaria y apoyar la industria de procesamiento de alimentos.
La industria manufacturera también ha mostrado un crecimiento positivo del 5%, con ventas que suman RD$353,787.9 millones. Dentro de este sector, algunas industrias específicas han experimentado aumentos notables, como la elaboración de azúcar (20%) y la fabricación de muebles y colchones (19%). Estos aumentos reflejan un aumento en la demanda y posiblemente una recuperación en el consumo interno.
Minas con el pico abajo
No obstante, algunos sectores han enfrentado retos durante este período. La explotación de minas y canteras sufrió una caída del 18%, con ventas que disminuyeron a RD$24,708.9 millones.
La fabricación de productos farmacéuticos también experimentó una caída del 8%, con ventas de RD$16,535.1 millones. Esta disminución puede reflejar una estabilización en la demanda de productos médicos post-pandemia, así como posibles problemas en la cadena de suministro y en la producción.
En la fabricación de productos de vidrio y en las industrias básicas de hierro y acero, se observó una reducción de 22% y 15%, respectivamente. Estas caídas pueden deberse a una menor demanda en sectores constructivos y de manufactura pesada, así como a desafíos en los costos de producción y distribución.
El aumento general del 11% en las ventas totales es un signo alentador de recuperación económica y de crecimiento en la República Dominicana. Sin embargo, la variabilidad entre los sectores destaca la necesidad de estrategias específicas para apoyar a las industrias en declive y fomentar el crecimiento en áreas con potencial de expansión. La fabricación de productos textiles y prendas de vestir se destaca con un crecimiento del 23%, lo que puede indicar una revitalización en la industria de la moda y una mayor demanda en el mercado interno y exportador.
Lo textil, las prendas y las tendencias globales
El ramo de textiles y prendas de vestir parece estar aprovechando las tendencias globales y la recuperación de la demanda en mercados internacionales. Por otro lado, el sector de industrias básicas que incluye productos de madera, papel y cartón, y sustancias químicas, muestra desafíos persistentes, con caídas en sus ventas. Esto sugiere que las industrias que dependen en gran medida de materias primas y precios internacionales pueden enfrentar mayores dificultades, y necesitarán adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado.
En fin, mientras que la República Dominicana experimenta un crecimiento general en las ventas reportadas, los datos reflejan una economía con sectores variados, algunos en alza y otros en declive. La tendencia general es positiva, pero la diferenciación entre sectores indica que la recuperación económica es desigual y que se requieren esfuerzos específicos para abordar los desafíos particulares que enfrentan ciertas industrias.
Para enfrentar estos desafíos, es crucial que las autoridades y los actores del sector privado colaboren estrechamente para implementar estrategias que fortalezcan la competitividad y resiliencia de las industrias afectadas.