Al sur de la República Dominica está Baní, provincia Peravia, un pueblo que ha ido ganado su espacio como destino turístico para locales y extranjeros que disfrutan de sus múltiples atractivos.
Allí se ubica Tierra Tropical, un proyecto agroturístico donde las flores, las frutas, vegetales y recientemente, los animales, protagonizan una experiencia sin igual para toda la familia.
Y aunque en principio, la esencia de esta empresa era netamente agrícola, desde hace poco más de tres años se abrieron las puertas para que grandes y pequeños puedan disfrutar de las bondades de la naturaleza de manera dinámica y divertida, convirtiéndolo en una excelente opción de turismo sostenible.
Al proyecto que tiene cuatro temporadas al año, iniciando con el Easter Egg Hunting, seguido del Sunflower Fest, Pumpkin Patch y Christmas Farm; se suma el “Safari Tropical”, la nueva atracción inaugurada el pasado dos de marzo (dentro del primer evento anual), en el que se puede apreciar y compartir con animales en su espacio natural, dando la experiencia de un safari sin salir del país.
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Dicha atracción incluye un recorrido en tractor apartado de los invernaderos, que lleva a los visitantes que así lo desean, a la simulación de una región africana, donde las diferentes especies de animales viven en su versión más orgánica, sin jaulas pero con todas las medidas de seguridad.
En el Safari Tropical los asistentes pueden disfrutar de avestruces, búfalos de agua, vacas, toros, ponis, gansos, peces y una llama traída desde Perú. También está una tienda de regalos para quienes deseen llevarse algún recuerdo del recorrido.
El extenso terreno, situado en una zona franca de Matanzas, tiene la temática de una “Granja Mágica” donde en esta primera temporada desarrollada 2, 3, 9 y 10 de marzo, los visitantes pueden no sólo recoger los famosos huevos de pascua, sino también disfrutar de los hermosos campos de girasoles, la decoración temática, que incluye sets de fotografías y múltiples actividades a realizar para el disfrute de todos.
Entradas
Para disfrutar de todo el esplendor y naturaleza que brinda Tierra Tropical los visitantes pagan una entrada cuyo costo varía según la edad y los atractivos que desea experimentar.
Boleta Easter ($625 2 años en lo adelante):
Para niños de 2-12 años: Incluye Bolso de recogida de huevos, acceso al área de recogida de huevos y huevos rellenos.
Además, Interacción con conejos, visita al campo de girasoles, campo de flores, visita al vivero, visita al aviario, tour educativo en campo de producción con un ingeniero agrónomo y degustación.
Fotos, juegos y concursos.
Boleta Easter + Safari ($975 de 2 años en adelante):
Incluye yodo lo de la boleta Easter, más visita al Safari en tractor con un guía, interacción con animales pequeños como ponys, chivitos y visita al Gift shop del Safari.
Boleta VIP ($1275 de 2 años en adelante):
Incluye todo lo que incluye la boleta Easter + Safari, conla diferencia de que el safari será en un vehículo privado con chofer y guía con cupos de 6 personas máximo.
Las dos caras de Tierra Tropical
Recorrer los diferentes espacios en Tierra Tropical, es también aprender sobre cómo todo un equipo trabaja día a día para producir frutas y vegetales de la más alta calidad para consumo local y extranjero, al tiempo que cultivan cuidadosamente campos de girasoles, zinnias mixtas y marigold.
Juan Carlos Almonte, presidente de Tierra Tropical, explicó todo el proceso de cultivo de tomates cherry, que junto al tipo “grape” encabezan los vegetales que siembran y exportan. A la lista se suman las calabazas, berenjenas, ajíes, maíz, sandías y diferentes tipos de melones.
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“La empresa como tal cuenta con aproximadamente 150 empleados y vivimos de la agricultura como tal, el turismo lo hacemos más como tema educativo y parte de los fondos son donados”, dijo el inversionista.
Bien Social
Parte de los fondos obtenidos durante las diversas temporadas son destinados a obras benéficas dentro de la provincia, para ayudar a personas y comunidades de escasos recursos a tener mejor calidad de vida.
De acuerdo a Abimael Franco, unos de los cinco ingenieros agrónomos con que cuenta el proyecto, actualmente están construyendo un templo en la comunidad de Maní, donde niños, jóvenes y adultos puedan recibir ayuda espiritual y de formación.
“El Maní es un barrio marginado de Baní, donde hay muchos niños y jóvenes propensos a la delincuencia y lo vicios. Nuestro objetivo es alejarlos a ellos de las calles”, expresó Franco durante un recorrido en tractor dentro de la locación.
