Los sistemas operativos más usados son interfaces gráficas, también conocidas como GUI, que permiten a los usuarios interactuar con el hardware del ordenador en un lenguaje que no implique código binario, en el que se comunican las máquinas.
A su vez, si tienes un sistema instalado de fábrica en tu ordenador, a este se le denomina como anfitrión, aunque aún puedes realizar una virtualización de otros sistemas operativos, mediante lo que se conoce como máquina virtual.
VirtualBox, cuyo nombre completo es Oracle VM VirtualBox, es una máquina virtual completamente gratuita, que permite soporte en numerosos sistemas, a la par que permite simular, por decirlo de alguna forma, sistemas invitados como GNU/Linux o Windows, entre otros más orientado a actividades profesionales.
He revisado varias máquinas virtuales –VM, por sus siglas en inglés–, pero no he encontrado ninguna como VirtualBox, a la que considero la más accesible si quieres comenzar a probar la virtualización desde tu ordenador.
De esta forma, tanto los menús como las guías de instalación son realmente fáciles de seguir, aunque podrías encontrarte con problemas comunes durante el uso de la misma o con la creación de una máquina virtual nueva, debido a una mala configuración.
Esto se debe a que Microsoft o Apple no son realmente compatibles, con lo cual virtualizar un sistema como puede ser mac OS, podría llegar a ser una odisea. En el caso de Linux, parece que todas las VM funcionan de maravilla, así que sería el mejor SO para comenzar a probar.
VirtualBox: ventajas e inconvenientes
Antes de que comiences a probar una VM como VirtualBox, has de saber que esta misma, en 2018, tuvo algún que otro fallo realmente importante en lo que el sistema invitado permitía sobre el anfitrión, pudiendo escaparse de la máquina.
Así, un potencial atacante se podía colar en el kernel del sistema anfitrión, es decir, en el núcleo del mismo, al haber usado una tarjeta de red virtual por defecto con el modo de conexión en NAT. Por eso mismo, lo mejor es que no tientes a la suerte descargando virus o malware en general.
De esta forma, usar una VM no te exime de tener que asegurar tus archivos en el sistema anfitrión, algo que siempre debería estar activado, ya sea con antivirus, cifrado o enmascaramiento mediante VPN.
Ahora bien, entre las grandes ventajas de VirtualBox, aparecen la facilidad de uso –aunque necesitarás conocimientos sobre sistemas operativos o creación de discos virtuales, para saber lo que estás haciendo– y la accesibilidad, ya que es realmente fácil comenzar a utilizarla.
No obstante, según las pruebas que he realizado en esta VM, parece que las distribuciones de Linux y las diferentes versiones de Microsoft funcionan genial, aunque con mac OS todo se complica, debido a que Apple no ofrece archivos ISO –imagen del sistema operativo, habitual en otros para montar el disco–.
Así que tendrás que usar aplicaciones como AnyBurn para convertir un archivo DMG –el propio de mac OS– en un ISO que VirtualBox sea capaz de reconocer, algo que no siempre funciona correctamente.
De cualquier forma, para usar VirtualBox u otra VM, tendrás que contar con un hardware mínimo, para que no existan problemas a la hora de correr el sistema operativo que estés probando.
En resumen, creo que VirtualBox ha mejorado notablemente con el paso de los años y, aunque pudiera haber problemas relacionados con la ciberseguridad, es mi opción favorita para acceder a otros sistema que, por mi hardware, no podría probar, como los SO de Apple.
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Etiquetas: Ordenadores, Windows 11, Windows 10, Aplicación