En República Dominicana, las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) constituyen el alma del tejido empresarial, representando un impresionante 85.9% de las 470,527 unidades económicas del país. Este sector no solo es responsable del 62% del empleo nacional, sino que también contribuye con un 32% al producto interno bruto (PIB). Sin embargo, una gran parte de estas empresas opera en la informalidad, muchas veces por temor a las cargas tributarias y a los engorrosos procesos burocráticos que conlleva la legalización.
En este contexto, Yorlin Vásquez Castro, subdirectora Jurídica de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), anunció que la entidad se encuentra trabajando en un proyecto de ley de monotributo, exclusivo para algunas microempresas, que será presentado en la legislatura que inicia el próximo 27 de febrero. “Es un régimen simplificado, sustitutivo e integral, porque el monotributo no tiene técnica tributaria ya que es totalmente simple”, explicó Vásquez Castro, quien espera que esta iniciativa pueda ser implementada “en aplicación” para el año 2026.
La funcionaria detalló que este régimen es sustitutivo porque los “monotributistas”, mediante el pago de su tarifa, reemplazarán la renta, el impuesto sobre transferencias de bienes industrializados y servicios (ITBIS), el anticipo y la retención, así como todas las implicaciones derivadas de esos impuestos. Además, es integral porque permitirá a estos contribuyentes acceder a un seguro médico básico que se integrará con el sistema de salud, así como a un subsidio y a la banca. En este sentido, aclaró que la figura del monotributo está diseñada para facilitar la fiscalidad y bancarización de productos (no de ahorro) que no superen los RD$15,000.
Vásquez Castro también indicó que “el monotributo contempla actividades excluidas y tiene barreras de entrada porque es un régimen hecho para micro y personas físicas, especialmente las ambulantes. No debe competir con RST (régimen simplificado de tributación), es un régimen primario para llevar al contribuyente luego al RST”. Asimismo, destacó que se está analizando un límite máximo de ingresos anuales para poder ser considerado monotributista, fijado en RD$1 millón 900,000. “Eso está en estudio, por lo que podría variar”, enfatizó Vásquez Castro, durante su participación en el panel “Digitalización de la administración tributaria“, en el Congreso Empresarial Deloitte 2025: Creando negocios que trascienden”, organizado por Deloitte en el hotel Intercontinental de Santo Domingo.
En cuanto a los criterios adicionales bajo análisis para determinar la elegibilidad al monotributo, mencionó factores como el metraje del alquiler, activos y consumo de energía eléctrica. Estos parámetros no son distintos a los utilizados en otros países, afirmó.
Señaló que el monotributo tal como se concibe actualmente no activará el régimen subsidiado de seguridad social. “De hecho, es un seguro básico fuera de la seguridad social, porque el monotributo está hecho en base a la solidaridad”, puntualizó. Esto implica que las categorías superiores subsidiarán a las inferiores sin necesidad de que el Gobierno establezca un capítulo específico de subsidios.
Adelantó que se elaborará un reglamento para regular cada aspecto de esta nueva figura fiscal. “Especialmente en lo referente al sector bancario; decir que al ser monotributista tienes derecho a acceder a la banca implica abrir un fondo de garantía a favor de los bancos”, puntualizó Vásquez Castro. Este reglamento, además, definirá cómo las entidades bancarias accederán a dicho fondo y establecerá límites y condiciones específicas para su implementación.