El mecánico y creador de contenido Ángel Gaitán ha vuelto a encender las redes con unas duras palabras que destapan algo bastante oculto en la sociedad: las etiquetas medioambientales se han convertido en un negocio muy oscuro.
En su último vídeo, el experto asegura que cientos de conductores están usando “triquiñuelas legales” para obtener la etiqueta ECO sin cumplir los requisitos reales. “¿Somos tan idiotas en este país de permitir esto?”, pregunta.
El problema principal se encuentra en un vacío legal que aprovechan talleres y propietarios. Según Gaitán, montan kits de gas en coches diésel o gasolina para homologarlos como ECO, pasan la ITV y luego desinstalan el equipo.
El resultado es un coche tramposo que circula con etiqueta que ya bien sabes que cuenta con todo tipo de privilegios, sobre todo en grandes ciudades, sin reducir emisiones reales
“Obtenemos la etiqueta pagando. Quiero que sepáis que los que nos dedicamos a esta profesión sabemos dónde está la trampa, y la trampa es cada vez más evidente. Y nadie hace nada. No me estoy metiendo con la gente que utiliza esas triquiñuelas legales para poder obtener la etiqueta ECO, sino que me estoy metiendo con el sistema”, comenta.
Así es como consiguen burlar todas las restricciones: “Son tan ignorantes que no conocen cómo funciona el mundo”
Gaitán explica el modus operandi en cuatro pasos:
- Instalar un sistema de gas (GLP o GNC) temporalmente.
- Homologar el coche como ECO.
- Quitar el equipo tras la ITV.
- Circular con ventajas durante años.
El mecánico insiste en que ni siquiera es necesario mantener el gas en el depósito: “El sistema no verifica si lo usas, solo si está instalado durante la inspección”. Con diésel, la estafa ya escala a niveles estratosféricos: “No necesitas para nada el equipo de gas. Tú pasas tu ITV, te dan tu etiqueta y hasta la siguiente ITV nadie te va a buscar”.
¿Quién gana y quién pierde con este sistema?
- Los tramposos: ahorran cientos de euros al año en impuestos y peajes en ciudad. Un cálculo rápido: en Madrid, aparcar en zona SER con ECO cuesta 20 euros/año frente a 120 euros de una etiqueta C.
- Los talleres ‘especializados’: cobran entre 1.000 y 3.000 euros por instalaciones fantasmas, dando pie a un negocio redondo.
- Las ciudades: pierden ingresos y sus planes contra la contaminación se van a la basura con cientos de etiquetas ECO en circulación que son estafas.
- Los conductores honestos: pagan más por cumplir. ¿Por qué invertir 30.000 euros en un híbrido real si con 1.500 euros falsificas la etiqueta del tuyo actual?
Ángel Gaitán critica la utilidad de las cámaras de Tesla tras un robo
Desde luego, el mecánico es bien conocido por sus grandes frases y sus críticas a determinadas marcas como la de Elon Musk.
Sin ir más lejos, hace unas semanas puso el foco en una situación legal un tanto extraña que afecta a los propietarios de vehículos Tesla: las cámaras del ‘Modo Centinela’ graban todo lo que ocurre alrededor del coche, pero las imágenes no pueden usarse para denunciar delitos debido a las leyes de protección de datos.
Aunque las cámaras de estos coches eléctricos son capaces de captar robos o actos vandálicos, como rayaduras o roturas de cristales, la legislación española prohíbe grabar en la vía pública sin autorización específica. En pocas palabras, los dueños tienen pruebas del delito, pero no pueden utilizarlas.
El mecánico también señala que los ataques contra vehículos Tesla están aumentando en ciudades como Madrid, Barcelona y Bilbao. Según él, estas personas actúan con impunidad porque saben que las grabaciones no tienen validez legal.
“Esto pasa porque cogemos las idioteces modernas de otros países”, comenta, refiriéndose a la importación de tecnologías sin adaptarlas bien a la normativa local.
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Etiquetas: Coche eléctrico, Estafa, Tesla, Elon Musk, Medio Ambiente