Muchos de nosotros tememos el momento de tener que limpiar cristales: es complicado, siempre queda algún reflejo o mancha y acabas con el brazo bastante cansado.
Ya hemos explicado cómo limpiar una zona muy concreta de nuestros hogares, el zócalo, con un sencillo truco que también se ha viralizado, pero en este caso nos centraremos en otro espacio de nuestra casa, en el que de vez en cuando viene bien una limpieza a fondo: las ventanas y puertas correderas con cristales.
DoItYourSelfDad, un padre de familia youtuber, sube frecuentemente vídeos con pequeños hacks para el día a día y así facilitar la tarea de limpieza. En este caso, como ya hemos dicho, se adentra en el mundo de las ventanas.
Según él, el truco infalible es el jabón de fregar los platos, así de simple. Solo necesitas 4 cosas para podrecer a limpiarlas: un limpiacristales, un paño, agua y el jabón.
Añade en un cubo pequeño unas 5 o 6 gotas de jabón para platos y mezcla hasta que quede jabonoso. No es necesario que haga espuma. Sólo tienes que mezclar para asegurarte de que el jabón y el agua se mezclan bien.
Moja el cristal con agua, empapa el paño en el agua con jabón y procede a limpiar tu cristal. Tras esto, usa el limpiacristales para retirar el exceso, secarlo y que quede perfecto.
Ahora bien, ¿qué tiene el jabón para platos que lo convierte en un limpiador tan eficaz? Según el sitio web Clean and Simple Cleaning, es muy sencillo. Debido a que es un limpiador prácticamente neutro, ni ácido ni alcalino, los jabones para platos son la opción más segura para usar en casi cualquier superficie como el granito, mármol, cerámica, vidrio y muchas más.
También han sido diseñados para cortar la grasa de los alimentos, por lo que definitivamente eliminará toda la suciedad y las manchas.
