A medida que las tarjetas gráficas se abaratan y están disponibles a través de tiendas grandes y montadores, ahora se puede elegir entre distintos modelos, acabados y marcas. Hace un año era impensable, ya que la fiebre de la minería se llevaba cualquier GPU disponible.
El mercado en su momento reaccionó como suele hacer, subiendo los precios de forma ininterrumpida mientras la demanda no cesaba. Así aumentaban los beneficios para los fabricantes, mientras que los gamers sufrían la escasez y los precios.
No es ningún secreto que muchas tarjetas lanzadas principalmente en 2021 tenían un precio excesivo desde el principio. Tanto AMD como NVIDIA eligieron precios oficiales muy inflados porque sabían que se venderían… sin importar el precio de estas GPU.
Sin embargo, ya es hora de que ambas compañías se den cuenta de que sus precios ya no son competitivos y que nunca lo fueron. La caída de la burbuja minera les ha supuesto un jarro de agua fría que deja un mensaje claro: las tarjetas gráficas no valen lo que cuestan.
Las GPU de gama alta no valen lo que cuestan
Según los cálculos de 3DCenter, que ha elegido la RTX 3070 como punto de referencia (la tarjeta de gama media/alta más vendida de los últimos dos años), la mayoría de los modelos de gama alta de NVIDIA están sobrevalorados y deberían costar mucho menos.
Si nos fijamos en los precios de los últimos lanzamientos de NVIDIA podemos ver cómo se han postulado desde la compañía verde a un sector postminado donde el stock de las tarjetas gráficas es abundante y no hay ninguna escasez.
La RTX 4090, la tarjeta gráfica más potente del mundo gamer ha salido a un precio oficial de unos 2.000 euros. Siendo esta la más cara jamás lanzada para gaming en la historia de NVIDIA.
Y la RTX 4080, la segunda mejor tarjeta del mundo para gaming, cuesta de media 1.500 euros ahora mismo. Y todo esto es con multitud de stock y sin ninguna fiebre de mineros haciéndose con todos los modelos.
La realidad del sector, de la situación económica y de la falta de compradores ha hecho que NVIDIA rebaje sus expectativas y sus precios. De lanzamiento han bajado un media de 100/200 euros. Una rebaja realmente insuficiente.
Solo las tarjetas gráfica de gama media merecen la pena
Los modelos de gama media podrían considerarse bien de precio, especialmente el modelo RTX 3060 Ti, que ofrece un rendimiento superior a lo que cuesta. Ahora mismo se pueden encontrar por los 460 euros, lo que son 200 euros menos que el año pasado.
La gama media, que diríamos que está formada por esas GPU que permiten jugar a buenos valores de fps con buena calidad gráfica. En esta generación diríamos que son la RTX 3060 Ti y la RX 6600 XT. Y solo estas dos tienen un precio que merece la pena pagar.
Entre los 350 y los 500 euros se encuentran las GPU que mejor gestionan el equilibrio entre pagar y recibir lo esperado. Ahora mismo, cualquier jugador que se haga con una de estas tarjetas estará haciendo una buena compra.
Por desgracia, la gama de entrada sigue estando carísima. Para aquellos gamer que quieran montar un ordenador para jugar a juegos poco demandantes y que quieran dejarse el dinero justo, las tarjetas de entrada (RTX 3050 o RX 6500 XT) están muy por encima de lo que deberían: de 250 a 350 euros cuando no deberían sobrepasar los 200 €.
Un futuro muy negro para los gamers
Lamentablemente, ni AMD ni NVIDIA están preparando una rebaja oficialmente, sin embargo, las empresas del sector (MSI, Gigabyte, ASUS, EVGA, etc.) esperan con impaciencia que se anuncie pronto.
El tiempo apremia, ya que el gran stock de tarjetas RTX 3000 y RX6000 ha dejado de ser una sorpresa para nadie y los minoristas tienen meses para vender la mayoría de las GPU de la generación actual antes de que la atención de los jugadores se centre en la próxima generación (RTX 4000 y RX 7000).
