No hemos tenido que esperar demasiado y ya tenemos el primer ejemplo de mujeres creadas mediante IA cuyo fin es vender contenido de temática pornográfica. Sí, suena completamente absurdo y lo es. La Inteligencia Artificial ha abierto un camino de lo más extraño y, lo cierto, es que esto es solo el principio.
Hasta ahora el uso de IA se limitaba a crear deepfakes o imágenes alteradas para poner la cara de alguien famoso, en su gran mayoría mujeres, en el cuerpo de actrices porno solo para el disfrute morboso que genera ver a una persona famosa realizando acciones de índole sexual. En este caso lo que se ha hecho ha ido todavía un paso más allá.
Lo que se ha podido ver gracias a la investigación realizada por The Washington Post en la que se ha realizado a una entrevista a uno de los creadores de una mujer que no existe, refleja enormes problemas y dudas ante el uso de la IA. Eso sí, también plantea una pregunta que éticamente resulta muy difícil responder.
El creador de estas imágenes indica que, al no ser imágenes reales, ¿debería importarle a alguien? Es una pregunta que no somos capaces de responder, de hecho, puede que para llegar a una respuesta haya que crear un debate acerca del uso correcto de la Inteligencia Artificial y su relación con la sexualización que se realizan de las mujeres.
Mujeres que no existen, IA y un público que no deja de crecer
Claudia es el nombre de la mujer creada por IA. Los rasgos creados por inteligencia artificial son precisos y, lógicamente, atractivos. Es lo que se ha buscado y, de hecho, acompañando a esta imagen publicada en Reddit hay una serie de textos en los cuales Claudia explica sus diferentes experiencia sexuales.
Sí, Claudia no es solo una cara bonita. Las personas que la han creado se han encargado de ofrecerle una personalidad que, en principio, está destinada a ser atractiva para este tipo de personas que buscan ver imágenes de mujeres desnudas en internet. De hecho, no solo se ha publicado una fotografía de su rostro ya que hay imágenes que muestran su cuerpo desnudo.
Claudia no existe, pero eso les da igual. Los creadores de esta mujer virtual saben perfectamente que el público que busca este contenido no tiene ningún tipo de apego hacia las mujeres. Lo que buscan es material de índole sexual con el que cumplir sus fantasías y, por desgracia, la IA está ofreciéndoles imágenes cuestionables moral y éticamente.