Un juez federal de Estados Unidos escuchó el lunes los argumentos orales en una demanda presentada por cuatro grandes editoriales de libros contra Internet Archive por supuesta infracción de derechos de autor.
Según informó Reuters, el juez se mostró escéptico sobre si la doctrina de uso justo de la ley de derechos de autor permite a Internet Archive ofrecer los libros escaneados sin el permiso de los editores.
La demanda fue presentada por Hatchette Book Group, John Wiley & Sons Inc., Penguin Random House y HarperCollins Publishers, que afirman que digitalizar libros sin exigir un pago perjudica a los escritores y a las editoriales que pierden el derecho a cobrar.
La demanda afirma que las “acciones de Internet Archive exceden groseramente los servicios bibliotecarios legítimos, violan la Ley de Propiedad Intelectual y constituyen piratería digital deliberada a escala industrial“. La difícil balanza entre la cultura y el negocio.
La pandemia fue el origen de la demanda
Internet Archive amplió su biblioteca digital durante la pandemia del covid-19 escaneando los libros que tenía en su poder y poniéndolos a disposición del público. La medida se adoptó en un momento en que los bibliotecarios reclamaban formas de que los lectores pudieran acceder a los libros desde sus casas.
Internet Archive abrió sus puertas en 1996 para digitalizar periódicos y desde entonces ha crecido, diciendo ahora que funciona como una biblioteca digital. La organización sin ánimo de lucro empezó a digitalizar libros en 2005 y, según su sitio web, escanea 4.300 libros al día en 18 ubicaciones de todo el mundo.
Internet Archive presume de difundir el acceso universal a todo el conocimiento humano, pero las editoriales afirman que sigue siendo un acto ilegal y de ahí la demanda.
Según la demanda, aunque Internet Archive afirma que trabaja para promover la educación, esa ha sido durante mucho tiempo función y objetivo de las editoriales, que han invertido tiempo, dinero y recursos en crear y distribuir libros.
Al escanear y distribuir gratuitamente libros digitales a los lectores, la demanda afirma que Internet Archive está explotando “las inversiones que las editoriales han hecho en sus libros, y lo hace a través de un modelo de negocio que está diseñado para aprovecharse del trabajo de otros“.
Las editoriales afirman que esta práctica convierte a Internet Archive en “nada más que un copiador y distribuidor masivo de obras piratas“. Veremos en qué acaba esta demanda, pero puede suponer un antes y un después para internet y la cultura.