La materia ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Puede que el siguiente ejemplo no le haga justicia a la ley de conservación de la materia de Lomonósov-Lavoisier, pero es una muestra de forma sencilla una aplicación a esta ley. En Ecuador hay un enorme problema con la droga requisada y, en especial, con la cocaína. La solución ha sido utilizarla como material de construcción.
Sí, has leído bien. En Ecuador el problema que tienen es que han requisado tanta cocaína que no tienen capacidad para eliminarla de forma eficiente y, por lo tanto, han decidido que esta droga incautada por la policía pase a tener utilidad para la sociedad. El uso que le van a dar es de material de construcción.
No, no van a utilizar los bloques de la droga para crear edificios, colegios u hospitales. La cocaína y la pasta de coca serán mezcladas con hormigón para así conseguir tapar un agujero de 15 metros de profundidad. ¿Tiene Ecuador tanta cocaína? Sí, la policía nacional de Ecuador parece hacer un trabajo formidable en su lucha contra la droga.
De hecho, los planes de Ecuador para la cocaína incautada por la policía nacional del país es convertir 83 toneladas de la droga en material de construcción. Estos 83.000 kilos de cocaína se mezclarán con otros elementos como vidrio, medicamentos caducados y desechos de petróleo para formar un material que luego se combina con polvo de hormigón.
Ecuador transforma la cocaína incautada por la policía nacional en bloques de construcción
Antes de utilizar la cocaína como un elemento más de construcción lo que hacía Ecuador era almacenarla para luego destruirla. Ahora Ecuador ha visto el potencial de la cocaína como un elemento más a la hora de realizar construcciones. El proceso que se denomina como “encapsulamiento” permite transformar los ladrillos de cocaína en bloques de construcción.
Eso sí, tapar el agujero de 15 metros de profundidad ha sido el primer proyecto de Ecuador para reutilizar la cocaína incautada. Puede que este proceso sea visto por empresarios del sector de la construcción y dentro de unos años veamos edificios hechos con este método que emplea ladrillos de cocaína para general material de construcción.
Sería interesante tanto por la reutilización de este elemento como por el hecho de que se podrían abaratar los costes de las viviendas. Lo más complicado sería gestionar el uso de la cocaína ya que no deja de ser una droga y tanto su transporte como uso puede ser complicado. Habrá que esperar para ver cómo avanza esta industria y si les interesa a los empresarios.
