El Consejo de Estabilidad Financiera, organización internacional que supervisa el sistema financiero mundial, ha presentado un marco regulador global para las criptomonedas. Las directrices recomendadas a las 20 principales economías del mundo, conocidas como el G20, se elaboran sobre el principio de “misma actividad, mismo riesgo, misma regulación”.
El 17 de julio se hizo pública una nota y dos documentos de directrices separados. El documento consta de dos conjuntos de recomendaciones: de alto nivel para regular las criptomonedas en general y “recomendaciones revisadas de alto nivel” para una “stablecoin global”. Este último punto no significa otra cosa que cualquier stablecoin que pueda utilizarse más de en una jurisdicción.
El Consejo de Estabilidad Financiera afirma que las plataformas de criptomonedas deben segregar los activos digitales de los clientes de sus propios fondos y separar claramente las funciones para evitar conflictos de intereses, además los reguladores deben garantizar una estrecha cooperación y supervisión transfronterizas.
El organismo internacional también es bastante abierto sobre su apreciación de la privacidad, pues exige a los reguladores locales que se aseguren de que no haya ninguna actividad que “pueda frustrar la identificación de la entidad responsable o de entidades afiliadas”, apuntando a los protocolos de finanzas descentralizadas (DeFi). Una de las recomendaciones de alto nivel afirma:
“Las autoridades deben tener acceso a los datos según sea necesario y apropiado para cumplir sus mandatos de regulación, supervisión y vigilancia”.
En cuanto a las denominadas stablecoins globales, el Consejo de Estabilidad Financiera subraya que todo emisor de stablecoins debe tener una o varias personas jurídicas o físicas identificables y responsables que denomina “órgano de gobierno”. Dice que los emisores deben mantener activos de reserva en una proporción mínima de 1 a 1, a menos que el emisor “esté sujeto a requisitos prudenciales adecuados” equivalentes a las normas de los bancos comerciales.
Sin embargo, la novedad es la posible obligación de los emisores de “stablecoins globales” de obtener algún tipo de permiso para operar en cada jurisdicción. Las directrices establecen:
“Las autoridades no deben permitir el funcionamiento de un acuerdo de stablecoin global en su jurisdicción a menos que el acuerdo de stablecoin global cumpla todos los requisitos de regulación, supervisión y vigilancia de su jurisdicción, incluida la aprobación afirmativa”.
El Consejo de Estabilidad Financiera revisará el estado de implementación de sus recomendaciones en todo el mundo a finales de 2025. En septiembre de 2023, junto con el Fondo Monetario Internacional, entregará al G20 un informe conjunto sobre las políticas y cuestiones regulatorias existentes.
A principios de julio, la Asociación de Mercados Financieros de Europa citó la postura del Consejo de Estabilidad Financiera, instando a los legisladores de la Unión Europea a incluir la categoría de DeFi en el primer marco de criptomonedas a escala de la UE.
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