Panorama Nacional. Organizaciones comunitarias ubicadas en la zona de influencia de las operaciones de la Barrick Gold en Cotuí denunciaron la destrucción de una zona boscosa, atentando contra el nacimiento del río El Naranjo.
Este viernes, un grupo, encabezado por el maestro Fernando Peña, logró detener el derribo de árboles en medio de la tensión, debido a la presencia de miembros del Ejército y de la Policía Nacional que trataron de impedir la entrada de los comunitarios al campamento instalado en la zona por la minera.
“Tendrán que cortar nuestros cuerpos tal como lo están haciendo con los árboles. Preparen los fusiles porque aquí seguiremos denunciando a la Barrick de la Muerte”, vociferaba Peña, defensor de los derechos de las comunidades afectadas por las operaciones de la Barrick Gold.
El activista social recordó que la transnacional ha ocasionado serios daños al medioambiente en África y otros puntos de América Latina, dejando pobreza y destrucción de los recursos naturales “a costa de enriquecerse con el oro”.
Mientras que una ejecutiva de la empresa dijo explicó que los trabajos que se estarán realizando es para la construcción de una carretera y que los mismos no afectan los recursos hídricos de la zona.
“Nuestro equipo de medioambiente, antes de iniciar los trabajos, tomó medidas preventivas para evitar daños al medio ambiente”, sostuvo Yanela Díaz, del departamento del Medioambiente.
Díaz explicó que los árboles derribados son especies invasoras y que la Barrick Gold tiene la responsabilidad social de reforestar la zona con especies nativas.
Los residentes afectados por las acciones de la multinacional minera advirtieron que mantendrán vigilancia permanente para evitar que la Barrick continúe avanzando en la destrucción de la fauna y la flora, mientras que la minera asegura que todas sus acciones están avaladas en estudios medioambientales para mitigar los efectos en los recursos naturales de la provincia Sánchez Ramírez.
