La desaparición de una relación que produjo uno de los juegos más populares de todos los tiempos supondrá riesgos para el organismo rector del fútbol, la FIFA, pero pocos cambios para los jugadores, explican los expertos. Este es el varapalo más duro en la compañía desde el hackeo.
Después de casi tres décadas, una de las relaciones comerciales más exitosas del deporte ha terminado. Meses de tensas negociaciones entre el fabricante de videojuegos Electronic Arts y la FIFA terminaron sin que se llegara a un acuerdo para prorrogar una asociación que da miles de millones.
El acuerdo actual, que debía finalizar tras el Mundial de Qatar de este año, se prolongará hasta el Mundial femenino del próximo verano. Una vez finalizado ese torneo, 150 millones de jugadores de videojuegos de la FIFA tendrán que acostumbrarse a un nuevo videojuego: EA Sports FC.
Desde el punto de visto del jugador, su experiencia no debería cambiar demasiado, ya que la mayoría de los clubes y estrellas del balón seguirán siendo jugables debido a los acuerdos de licencia independientes con sus equipos y ligas, aunque ya no tendremos la Copa del Mundo ni la Champions.
Para millones de personas de todo el mundo, las letras FIFA no representan el fútbol real, sino una abreviatura de una serie de videojuegos que se convirtió en el telón de fondo de las vidas de cientos de millones de jugadores. FIFA es una origanización real, pero para muchos es solo un juego.
Según explica el The New York Times, el juego ha generado más de 20.000 millones de dólares en ventas en las últimas dos décadas. Lo que es una auténtica barbaridad.
Pese a lo lucrativo de la asociación, desde hace meses se veía venir la ruptura. Y, por supuesto, la disputa tenía su origen en las diferentes expectativas financieras: la FIFA buscaba doblar los 150 millones de dólares que recibe anualmente de EA Sports y estos no tendrían la exclusividad de la licencia.
Desde el punto de vista de la FIFA, la solicitud de exclusividad habría limitado sus opciones en el mundo digital, donde han surgido nuevos juegos y nuevas plataformas que encierran la promesa de fuentes de ingresos potencialmente importantes.
La organización ya ha acordado una serie de contratos para juegos de temática futbolística, algunos de los cuales tiene previsto poner en marcha antes de finales de este año.
Sin embargo, esos juegos no ofrecerán el mismo tipo de experiencia futbolística que dan los FIFA actualmente. Para eso, los consumidores tendrán que esperar hasta 2024, cuando la FIFA dice que lanzará un juego de simulación de fútbol. Veremos como acaba esto.