Es bien sabido ya por todos que los dispositivos actuales no duran todo lo que deberían y que lejos queda esa casi inmortalidad de algunos electrodomésticos o móviles de hace 20 años. Toda nuestra tecnología cada vez se estropea antes y es algo a los que la Unión Europea quiere poner solución.
El primer paso en relación a esta problemática se tomó en 2021 cuando dictaminaron que los fabricantes deben asegurarse de que sus electrodomésticos puedan repararse hasta por 10 años, que las piezas estén disponibles durante al menos una década y que se incluya un manual de reparación.
Ahora a todo esto hay que sumar una novedad. La Comisión Europea quiere reforzar esta normativa añadiendo que se requerirá a las empresas que venden electrodomésticos en la UE ofrezcan reparaciones (en lugar de simplemente reemplazar un dispositivo dañado) sin cargo dentro de un período de garantía legal (10 años), a menos que sea más barato reemplazar un artículo dañado.
Todo esto nace de la idea de reducir la cantidad de dispositivos que son desechados cada año. “Para ayudar a reducir la enorme montaña de desechos eléctricos que se acumulan cada año en el continente”, explica la UE en una nota de prensa.
La UE quiere facilitar la reparación de electrodomésticos
Las nuevas reglas prometen aumentar la asequibilidad. “Hemos analizado los números e incluso si los tomo con cautela: durante los próximos 15 años, las reparaciones podrían generar un ahorro total de 176.000 millones de euros, o 25 euros por consumidor al año”, declaró Didier Reynders, comisario de Justicia de la UE.
En un principio se habla de electrodomésticos o hardware informático pero planean incluir pronto el sector móvil. Los fabricantes también deberán informar a los consumidores sobre qué productos son responsables de reparar, y los consumidores podrán solicitar un nuevo formulario de información de reparación a cualquier persona que realice una reparación que hace que los precios y las tarifas sean más transparentes.
Hoy, si tu móvil supera la garantía legal (2 años) y se vuelve defectuoso, entonces no tienes opciones. Pero con las regulaciones de “derecho a reparar”, los fabricantes estarán obligados a reparar los productos hasta 5 a 10 años después de la compra (a menos que la reparación sea imposible).
“La reparación es clave para terminar con el modelo de ‘tomar, hacer, romper y tirar’ que es tan dañino para nuestro planeta, nuestra salud y nuestra economía”, dijo Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo del Acuerdo Verde Europeo, que tiene como objetivo hacer toda la Unión Europea neutral en carbono para 2050.
Pese a estas aparentes buenas noticias, esta novedad no está exenta de críticas. La coalición Right to Repair dijo en un comunicado que “para reducir el precio de las reparaciones, necesitamos abrir el mercado de repuestos, manuales de reparación y herramientas de diagnóstico a reparadores independientes, todos aquellos que no están en la red del fabricante”.
A esto le añaden la gran problemática que determinadas compañías como Apple han llevado a cabo. Las conocidas como “tácticas de obsolescencia programada” no están recogidas en esta nueva normativa. En pocas palabras, estas prácticas de producción a menudo obligan a los clientes a reemplazar sus productos o limitan la accesibilidad de las reparaciones, como ocurrió con el iPhone 13 en 2021.