Hoy en día se habla mucho de criptomonedas, monedas digitales y demás. Pero no muchos saben que no son lo mismo y quizá convenga realmente saber las diferencias. Aunque el funcionamiento de algunos de estos activos digitales pueda parecer similar, son muy diferentes y tienen usos bastante distintos.
Yendo al grano, la moneda digital es un término para el dinero que existe sólo en forma digital. No hay papeles físicos, pero puedes transferirlos y cambiarlos por otras formas de moneda.
Por ejemplo, puedes utilizar la moneda digital para comprar en Internet y pagar facturas de la misma forma que utilizarías el dinero de la aplicación del banco. Sin embargo, a diferencia del dinero de esta app, la moneda digital no tiene papeles físicos ni monedas.
Muchas monedas tradicionales existen como monedas digitales, como la libra esterlina, el dólar estadounidense, el yen japonés, la rupia india y el dólar canadiense. Por supuesto, estas monedas no son exclusivamente digitales, pero en la actualidad, una gran parte de la economía existe en línea.
Las criptomonedas, como su nombre indica, es una forma de moneda digital respaldada por criptografía. Sólo existe en Internet y no está controlada ni emitida por ninguna entidad central, como un banco.
Existen varias criptomonedas muy conocidas como Bitcoin, Ether y Dogecoin. Todas estas criptomonedas son de propiedad o creación privada y aún no están reguladas en la mayoría de los países. Se crean utilizando la avanzada tecnología blockchain.
La emisión, distribución y otras políticas monetarias están codificadas en una red informática descentralizada que todos los participantes pueden verificar fácilmente. Las transacciones son casi imposibles de revertir y se almacenan en la base de datos para siempre.
Principales diferencias entre las monedas digitales y las criptomonedas
Aunque tanto las monedas digitales como las criptomonedas sólo existen de forma digital, hay diferencias que deberías conocer.
1. La moneda digital suele ser emitida por una entidad centralizada, como un banco. Recordemos esa propuesta de euro digital por parte del Banco Central Europeo. Las criptomonedas, en cambio, no tienen un emisor centralizado y dependen de la participación de la comunidad para sobrevivir.
2. Las monedas digitales viven en una base de datos centralizada de Internet, mientras que las criptomonedas se desarrollan sobre una cadena de bloques (blockchain).
3. Cualquiera puede verificar la oferta en circulación y el historial completo de transacciones de una criptomoneda concreta, pero no se puede decir lo mismo de las monedas digitales, que suelen mantenerse en secreto.
4. El precio de las criptomonedas es muy volátil, lo que convierte a este sector en una forma de inversión especulativa, por así decirlo. Sin embargo, las monedas digitales sirven principalmente como medio de pago.
5. Las monedas digitales suelen estar restringidas a los usuarios por una jurisdicción concreta, como un país o el BCE. Las criptomonedas están disponibles en todo el mundo.
6. Los usuarios tienen que proporcionar información personal para utilizar las monedas digitales. Sin embargo, pueden realizar transacciones con criptomonedas de forma anónima o con otro nombres. En otras palabras, tus registros de transacciones son visibles para otras personas, pero no tu información de la vida real.
7. Mientras que los usuarios de monedas digitales pueden solicitar devoluciones o cancelación de un pago, las transacciones con criptomonedas son en su mayoría irreversibles.
8. Aunque las monedas digitales y virtuales existen desde los primeros días de Internet, no fue hasta 2008 cuando apareció en escena la primera criptomoneda Bitcoin.
9. La mayoría de los gobiernos establecen normativas muy claras para el uso de las monedas digitales, pero hay que destacar que los reguladores aún están en proceso de crear leyes que rijan el uso y control de las criptomonedas (Ley MiCA).
Al hablar de monedas en Internet es bastante lógico que sea difícil distinguir entre moneda digital y criptomoneda, dinero virtual, moneda en línea, etc.
Con todo esto, aunque las monedas digitales y las criptomonedas se basan en el mismo principio, se utilizan en contextos muy diferentes. Y es que, si queremos realizar algún tipo de inversión es vital conocer estas diferencias y saber cómo está cambiando cada sector, que realmente lo hace casi a diario.