En el futuro todos tendremos un coche eléctrico, y a pesar de ser más sostenible, también son más caros, y encima el seguro para este tipo de vehículos es superior a los de motor de combustión.
Según explican desde Reuters, vía forococheselectricos, hay un gran problema debido a la complejidad de los sistemas de baterías, que están haciendo que pequeños accidentes que están sufriendo los coches eléctricos, las aseguradoras se vean obligadas a declararlos como siniestros.
La mayoría de los fabricantes de los coches eléctricos, imposibilitan la reparación de la batería tras los accidentes, incluso si son accidentes leves, por lo que muchos de estos vehículos acaban siendo declarados como siniestros, reduciendo considerablemente su ciclo de vida.
“Estamos comprando coches eléctricos por razones de sostenibilidad, pero un EV no es muy sostenible si tienes que tirar la batería después de una colisión menor”, explica Matthew Avery, director de investigación de la empresa de inteligencia de riesgos automotrices Thatcham Research.
Las baterías no son baratas, no obstante suelen representar hasta el 50 % del total de un coche eléctrico, y esto lo saben muy bien las aseguradoras.
Básicamente no se pueden reparar las baterías, porque los fabricantes de los coches eléctricos crean estos coches de modo que resulte muy complicado acceder a las baterías, y encima tampoco comparten los datos de diagnóstico para que permitan a las empresas de reparación arreglar esta cuestión.
Y como dijimos, el precio de los seguros, en los coches eléctricos es más alto, y se están revisando al alza.
Los seguros de los coches eléctricos
No obstante, según la agencia Policygenius, el pago medio mensual para un seguro en un vehículo eléctrico en Estados Unidos en 2023 es de alrededor 206 $, un 27 % más que un modelo con motor de combustión.
“Si tiras el vehículo en una etapa temprana, has perdido casi toda la ventaja en términos de emisiones de dióxido de carbono”, comenta Christoph Lauterwasser, director gerente del Centro de Tecnología Allianz.
Aunque las últimas regulaciones de baterías en la Unión Europea no abordan las reparaciones de baterías, sí que han pedido que se fomenten los estándares para facilitar el mantenimiento, la reparación y la reutilización.
Las aseguradoras, lo que quieren, es que los fabricantes creen baterías más pequeñas o módulos, que son más fáciles de reparar, y que además abran los datos de diagnóstico.