Riccie Oriach inició su trayectoria musical desde muy joven. A los 14 años ya tenía una banda de pop- rock, pero a pesar de haber cosechado buenos frutos durante varios años, llegando a ganar concursos de composición y agrupaciones, decidió buscar sus raíces dominicanas y hacer música criolla.
“Me fui a estudiar a Estados Unidos y estaba buscando mi identidad dominicana. Tenía composiciones con letras con ADN dominicano y empecé a poner acordes, ahí se comienza a ser viral y ahí me di cuenta que había encontrado lo que quería”, contó.
“Música hecha con el corazón”, así define su próximo álbum. Para este disco, Riccie también promete canciones “únicas y auténticas”, pero sin dejar su esencia y la coherencia que lo identifica.
A pesar de que la música alternativa tiene un público limitado, característica propia de ese estilo musical que se contrapone a los comúnmente aceptados, Riccie Oriach ha creado un nicho privilegiado que lo hace vivir de ella y ser reconocido y valorado por lo que hace.
EL RETO DE CADA DÍA
Para él no ha sido fácil, pero todos los días lo recibe como un reto intentado ofrecer proyectos de calidad y que lo satisfagan como creador.
“Esto me hace sentir súper agradecido porque hasta ahora vivo de ella y planeo seguir trabajando para vivir la vida entera componiendo y haciendo música bonita para la gente”, expresó en una entrevista con LISTÍN DIARIO.
“Le dedico toda mi energía a mi proyecto y cuando tengo un break compongo y produzco para otros artistas desde el anonimato”, recalcó.
Sobre el toque moderno que le aportó a la música alternativa con su incursión luego de migrar del pop rock, Riccie entiende los sonidos que forman su repertorio es natural de la música alternativa, ya que sus mayores atributos provienen de la innovación.
“El toque que yo le puse fue contar historias donde la gente se sienta identificada o que se sumerja conmigo en la narrativa y para mí es un honor aportarle algo a la música dominicana”, aclaró.
Lejos de criticar el dembow, Riccie Oriach cree que debe ser apoyado, tanto como la bachata y el merengue, y espera que ritmos del folclor dominicano, como los palos y la salve, sean atractivos para los jóvenes artistas.
“Además de venir de la parte marginada de nuestro país, que es la mayoría, es la realidad de nuestro país, ahora, en la actualidad… antes los merengues hablaban de algo que tenía que ver con la realidad de nuestro país, la industria también ha moldeado muchísimo la manera en la que percibimos el dembow y las plataformas que lo mueven”, explicó.
“Quizás la salve, los palos y toda esa música folclor de aquí, música raíz, quizás y ojalá tenga ese tipo de atención, que en vez de la gente decir ‘voy a ser dembow’, diga ‘voy a continuar la tradición de mis padres que está dejando frutos’”, añadió.
DOCUMENTAL EN MONTECRISTI
Como amante de los paisajes naturales de su país, Riccie describe con total regocijo el documental que realizó en El Morro de Montecristi junto a la marca Corona y que está disponible en todas las plataformas digitales desde el pasado 27 de mayo.
Además de la calidad de técnicos y productores que trabajaron con él, Riccie también valoró de este proyecto haber vuelto a Monte Cristi después de adulto y conocer Los Manglares y El Morro.
“Fue realizado de la mejor manera posible, para mí ese trabajo tiene un nivel súper alto y vale la pena verlo”, aseguró.
Hasta este momento el audiovisual supera las 335 mil reproducciones en el canal de YouTube de Corona Natural Sessions.
MITO VERSUS REALIDAD
A raíz de las numerables teorías que giran en torno a las creencias de los exponentes de música alternativa o folklórica, Riccie Oriach asegura que la ignorancia ha influido a esos pensamientos en algunas personas que desconocen a profundidad la historia.
Oriach casualmente viene de una familia catecúmena, una rama dentro de la fe católica, siendo esto una lección de no juzgar a los demás y hacerse juicios desde el desconocimiento.
“Debemos respetar qué es cada cosa y la historia que tiene detrás”, señaló.
El cantautor dominicano comenzó a mostrar interés por la música a sus ocho años mientras insistía para tocar el piano de su casa.
Oriach, ahora de 34 años (nació el 24 de agosto del 1989), ha explicado que “trato de hacer una música directa y jocosa, pero que tenga algo más”.
Entre sus temas más conocidos figuran “Prima tecata”, “La guayaba”, “Viaje al infinito”, “La dueña”, “Yo propongo”, “Esa flor”, “El mosquitero”, “Maquiné”, “Caracolita” y “No me quieras tanto”.