El Ministerio de Educación, Cultura, Deporte, Ciencia y Tecnología de Japón planea permitir a las escuelas de primaria y secundaria un uso limitado de la inteligencia artificial (IA) generativa en las aulas.
Según un medio de comunicación local, una fuente cercana al asunto dijo que las herramientas de IA generativa, como el popular chatbot ChatGPT, se permitirán para ayudar a facilitar los debates en clase y las actividades artísticas, entre otros casos de uso.
Las autoridades han declarado que no se permitirá el uso generalizado de herramientas de IA y que, de aquí a julio, se publicarán las directrices que deberán seguir los centros escolares.
El borrador de las directrices afirma que es importante “fomentar la capacidad de utilizar de forma reflexiva la IA generativa” y recomienda una introducción a la tecnología con restricciones.
También exige a los profesores que informen a los alumnos de que el uso de la IA en exámenes o trabajos de clase se considerará trampa. Las directrices animan a profesores y alumnos a ser conscientes de los datos introducidos en los sistemas de IA.
El anuncio del Ministerio de Educación japonés se produce en un momento en que los organismos reguladores del país se debaten sobre cómo regular e implantar la tecnología a escala nacional.
En un principio, las autoridades japonesas mostraron su apoyo abierto al chatbot ChatGPT de OpenAI cuando países como Italia prohibieron la tecnología y empezaron a surgir otras incertidumbres en torno a su uso.
Sin embargo, poco después, el legislador japonés Takashi Kii declaró que está impulsando una normativa que proteja a los titulares de derechos de autor de las infracciones de la IA. Un día después, OpenAI recibió una advertencia de los legisladores de Japón sobre sus métodos de recopilación de datos y pidió a la empresa que tuviera cuidado de minimizar los datos sensibles que recopila.
En abril, un pequeño grupo de electores con derecho a voto en Japón fue encuestado sobre sus preocupaciones acerca de la IA, de los cuales el 69.4% dijo que le gustaría una normativa más estricta para el desarrollo y la aplicación de la IA.
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