Aunque sea complicado saber que nunca vamos a estar protegidos al completo, los esfuerzos por convertir Internet en un lugar lo más seguro posible no deben flaquear y eso las aplicaciones de mensajería lo saben.
El cifrado de extremo a extremo se basa en blindado de la aplicación para que que nadie pueda acceder a los mensajes sin el permiso de otra persona.
Pues bien, Telegram ha sido una de las aplicaciones de mensajes más valoradas en este aspecto, ya que afirma que protege a todos los usuarios, usen o no E2EE (end-to-end encryption/cifrado de extremo a extremo) y que ni si quiera los gobiernos podrían llegar a acceder sin pasar previamente un examen de solicitud muy alto. Confirman que esto nunca ha llegado a suceder.
“Si Telegram recibe una orden judicial que confirma que usted es un sospechoso de terrorismo, podemos divulgar su dirección IP y número de teléfono a las autoridades pertinentes. Hasta ahora, esto nunca ha sucedido”, informan desde su página web oficial.
Sin embargo y según se ha podido saber a través de un informe esto no es del todo cierto. Y es que, pese a que las restricciones de la plataforma son muy estrictas, sí que habría entregado datos a la Oficina Federal de Policía Criminal de Alemania, relacionados con actitudes sospechosas de terrorismo y abuso de menores.
Pese a esto, parece que no es suficiente, ya que Alemania está buscando el veto por parte de Apple y Google a la aplicación, por no colaborar lo suficiente contra los discursos de odio.
Telegram, desde 2018, cuando puso sobre la mesa esta posibilidad, también informó que las claves de cifrado no serían entregadas a las autoridades de ningún país y que publicaría informes semestrales sobre cualquier actividad de divulgación. Esto no ha ocurrido.
Lo mismo pasa con el eslogan del que tanto presumen, en el que afirman: “0 bytes de datos de usuarios”, a cualquier tercero, incluidos los gobiernos. Esto ya sabemos que es falso.
Cabe destacar que la aplicación de menajes ya tuvo problemas con Rusia por este tipo de restricciones a la hora de solicitar información sobre usuarios por parte del gobierno. En 2018, el mismo en el que publicó estas restricciones, ya fue vetada en el país y hasta 2020 no ha conseguido volver.
Actualmente con la crisis que hay en Ucrania, Telegram se ha convertido en una fuente fiable de información continua sobre lo que ocurre más allá del país. Sin embargo, tampoco se llega a saber con certeza si el gobierno ruso podría disponer de los datos de algunos usuarios si así lo desea.