WhatsApp se ha convertido en el campo de juego favorito de los ciberdelincuentes. Por ejemplo, una de las tácticas con la que seguro ya te has encontrado es iniciar el contacto con la víctima a través de un mensaje enviado desde otro país y desde prefijos como +62 —Indonesia—, +685 —Samoa Occidental— o +27 —Sudáfrica—, entre otros.
Pero esto no se queda aquí y hay ejemplos de estafas de todo tipo. Desde ofertas de 5 euros por ver un vídeo —que esconde una estafa piramidal— hasta falsas ofertas de trabajo que solo buscan robar datos personales.
Lo cierto es que esto es solo la punta del iceberg y con 2.000 millones en todo el mundo, es realmente sencillo conseguir que alguno pique en una de las tantas trampas que circulan por esta app. Según la Policía Postal italiana, en 2023 se registraron más de 16.000 casos de estafas online, un 6% más que el año anterior. El botín para los delincuentes es de nada menos que 137 millones de euros.
Pero, ¿por qué las personas caen tan fácilmente en estas trampas? La respuesta está en la ingeniería social, un conjunto de técnicas que explotan tus puntos débiles psicológicos. Y es que, todos los ejemplos anteriores tienen algo en común: juegan con nuestras emociones y nos presionan para actuar rápido, sin pensar.
Las estafas en WhatsApp aumentan, aprovechando la ingeniería social para engañar a usuarios
Danilo Cimino, experto en informática con experiencia en el CERN de Ginebra, lo explica así para The Journal: “Estas estafas se basan en esquemas antiguos y probados. Los delincuentes se hacen pasar por personas de confianza, como empleados de bancos o familiares en apuros, para sacarnos información personal o dinero”.
Teniendo esto en cuenta, ¿qué puedes hacer tú como usuario? ¿Cómo puedes evitar caer? Hay algunas señales de alarma: ofertas demasiado buenas para ser verdad, peticiones de información personal, mensajes de números extranjeros o textos con errores gramaticales y enlaces sospechosos. Si ves algo así, enciende todas tus alarmas.
La regla de oro: nunca compartas códigos de seguridad o información personal por WhatsApp. Si sospechas de un mensaje, bloquea y denuncia el número. Y no olvides proteger tu smartphone con PIN o reconocimiento biométrico, y activar la autenticación de dos factores en tus cuentas.
Pero ojo, Cimino advierte: “El cifrado de extremo a extremo de WhatsApp protege la privacidad de los mensajes, pero no puede evitar las estafas. La mejor defensa sigue siendo nuestro sentido crítico”. En otras palabras, usa el cerebro antes de pulsar cualquier botón.
Y si, a pesar de todo, caes en una de estas trampas, no te avergüences. Como dice el experto, “cualquiera puede ser víctima de una estafa”. Lo importante es actuar rápido, por lo que denuncia inmediatamente a la policía.
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Etiquetas: Smartphones, Apps, WhatsApp, Ciberseguridad
