Llega el momento más bonito del año (subjetivamente hablando). El cielo está azul, el sol brilla en lo alto, los niños juegan por las calles empapándose con sus pistolas de agua, y el césped de los jardines llama la atención por su precioso verdor, con flores de todos los colores asomando. O esa es la estampa perfecta que nos gusta imaginar, aunque si tenemos un jardín sabemos de sobra que no es tan sencillo mantenerlo perfecto.
Ahora más que nunca tras la pandemia, el deseo de volver a un mundo bucólico se ha acrecentado. Deseamos que la naturaleza nos envuelva, y el primer paso para hacerlo si tenemos un jardín es cuidarlo un poco. Pero, ¿cómo se hace eso bien?
¿Cuánta agua necesita un jardín?
En general, la mayoría de los jardínes necesitan aproximadamente un riego semanal. Si te sirve como truco, hay una clave: es mejor regarlo bien con un riego profundo aunque sea menos frecuente, en lugar de con un riego superficial más recuente que no llegará tan bien a las raíces.
Cómo saber si está recibiendo suficiente agua
Como indica Metal Floss, es tan simple como sentir el suelo. Si lo tocas y puedes hacer una bola húmeda con la tierra en la palma de la man o, está lo suficientemente regada. Si parece agrietado y duro, necesitará más riego. De la misma forma, también puedes medir los niveles de agua insertando una espiga de madera en el suelo: la tierra que esté lo suficientemente húmeda se adherirá a la espiga y el suelo seco no lo hará.
Si lo tocas y puedes hacer una bola húmeda con la tierra en la palma de la man o, está lo suficientemente regada. Si parece agrietado y duro, necesitará más riego
El clima importa
¿VIves en una zona cálida y árida o más fresca y con lluvias frecuentes? Cuantos más días calurosos y soleados, más dosis adicionales de agua necesitará tu jardín. Después de lluvias fuertes, como es lógico, se podrá disminuir el riego. Aunque debes tener en cuenta que las lluvias ligeras no son suficientes para mantener la tierra húmeda.
¿Qué tipo de suelo tiene tu jardín?
Es también bastante importante para determinar la frecuencia con la que debes regar tus plantas. Hay varios tipos de suelo y cada uno tiene una gama de capacidades de retención de agua, que se debe conocer al considerar la frecuencia con la que regar. El suelo arenoso retiene menos agua que los arcillosos, por lo que necesita una hidratación más frecuente. El rico en arcilla retiene la humedad más tiempo, etcétera.
El suelo arenoso retiene menos agua que los arcillosos, por lo que necesita una hidratación más frecuente
Hay una simple prueba de suelo que puedes hacer para determinar qué tipo tienes en tu jardín. Simplemente, haz un batido llenando un frasco con tierra y agua. Agítalo, luego déjalo reposar el frasco durante la noche y vea cómo se asienta la tierra; diferentes tipos reaccionarán de manera diferente dentro del agua. Una vez que conozcas el tipo de suelo de tu jardín, podrás planificar mejor un programa de riego más eficiente.
Llega el momento más bonito del año (subjetivamente hablando). El cielo está azul, el sol brilla en lo alto, los niños juegan por las calles empapándose con sus pistolas de agua, y el césped de los jardines llama la atención por su precioso verdor, con flores de todos los colores asomando. O esa es la estampa perfecta que nos gusta imaginar, aunque si tenemos un jardín sabemos de sobra que no es tan sencillo mantenerlo perfecto.
