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Las historias de supervivencia extrema siempre han cautivado la atención, especialmente cuando desafían los límites de la resistencia humana. Así ocurrió con el sueco Peter Skyllberg, cuyo caso sigue siendo uno de los más extraordinarios registrados en situaciones de frío extremo, aunque ocurrió en 2012, y su historia fue recogida por numerosos medios, como The Guardian.
Atrapado en su coche bajo la nieve, Skyllberg pasó cerca de dos meses, desde el 19 de diciembre, en condiciones que la mayoría considerarían imposibles para la vida. El hombre fue rescatado finalmente por unos transeúntes cerca de Umeå, en el norte de Suecia.
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Iván Gil
Como era de esperar, este hombre de 44 años asombró a la comunidad médica. Según los primeros informes, Skyllberg habría sobrevivido principalmente gracias al llamado “efecto iglú” creado por la acumulación de nieve sobre el vehículo. Este fenómeno, conocido en zonas de frío extremo, crea una especie de aislante natural que permite mantener la temperatura interna por encima de las gélidas condiciones exteriores.
¿Cómo resistió sin comida durante tanto tiempo?
El impacto de este caso no solo está en el aislamiento térmico, sino también en la capacidad de Skyllberg de soportar largos periodos sin alimento. Según relató él mismo tras su recuperación, se mantuvo sin moverse demasiado, consumiendo ocasionalmente nieve derretida. Los médicos consideran que su cuerpo habría reducido drásticamente su metabolismo, acercándose a un estado de “hibernación” que disminuye el consumo energético, aunque todavía se cuestiona la veracidad de esta explicación en seres humanos.
El doctor Ulf Segerberg, del Hospital Universitario de Norrland, donde Skyllberg fue tratado, destacó que el “efecto iglú” fue probablemente un factor clave para su supervivencia. Aunque los humanos no pueden reducir su temperatura corporal al nivel de los animales que hibernan, la baja actividad metabólica y la temperatura controlada dentro del vehículo jugaron un papel crucial. Skyllberg fue encontrado envuelto en un saco de dormir, demacrado y en estado de hipotermia leve, un estado límite que aún le permitió resistir hasta recibir ayuda.
Se dice que el hombre hibernó como un oso
Un hallazgo fortuito y una sorpresa médica
El rescate de Skyllberg se produjo de forma inesperada, cuando dos conductores de motos de nieve notaron su coche semienterrado en una carretera poco transitada. Tras excavar en la nieve, se encontraron con un hombre en condiciones de extrema debilidad pero consciente. La policía local, así como los rescatistas, no podían creer que hubiese soportado los fríos extremos de hasta -30 °C, especialmente considerando que llevaba semanas sin alimentos.
Casos como el de Skyllberg llevan a los científicos a reconsiderar los límites de supervivencia en situaciones extremas. Este episodio no solo ha planteado nuevas preguntas sobre las capacidades del cuerpo humano para soportar el hambre y el frío, sino que también ha dejado una huella en la investigación de la supervivencia humana en condiciones adversas.