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Nostradamus, el boticario y astrólogo francés del siglo XVI, es conocido por sus profecías que han intrigado a generaciones a lo largo de los años. Sus escritos, en su mayoría enigmáticos y llenos de metáforas, han dado lugar a innumerables interpretaciones, muchas de ellas enfocadas en eventos catastróficos que parecen tener ecos en el presente.
Algunas de sus predicciones se han relacionado con ciudades españolas, como León o Barcelona, y una de las que más inquieta es la que apunta a Sevilla, la capital de Andalucía. En un par de sus centurias, Nostradamus menciona a Sevilla en descripciones sombrías que muchos interpretan como un presagio de desastres naturales o incendios.
A través de versos crípticos, el astrólogo deja ver una posible amenaza que podría afectar a la ciudad, haciendo referencia al fuego y a un misterioso “buey monstruoso”. Estas alusiones han generado múltiples teorías sobre lo que podría significar para el futuro de la ciudad hispalense, especialmente en un contexto de sequías e incendios cada vez más intensos en Andalucía.
Centuria VI, XIX: El enigma del monstruoso buey
“La verdadera llama engullirá a la dama, que querrá arrojar los inocentes al fuego, al llegar al asalto el ejército se inflama, cuando en Sevilla monstruoso buey sea visto”.
Esta profecía de Nostradamus, perteneciente a la Centuria VI, XIX, es una de las más comentadas y temidas. Según los intérpretes, la mención a un “monstruoso buey” podría simbolizar un evento devastador, posiblemente un incendio que afectaría gravemente a Sevilla. Algunos estudiosos sugieren que “la verdadera llama” y el “ejército que se inflama” podrían referirse al esfuerzo de los bomberos ante un incendio de gran magnitud.
La metáfora del buey podría simbolizar un peligro natural que sería difícil de controlar, algo que podría amenazar la seguridad de los habitantes y el patrimonio histórico de la ciudad. Esta predicción se interpreta también en el contexto de los incendios forestales que han devastado Andalucía en los últimos años. Los expertos destacan cómo las altas temperaturas y las sequías extremas han incrementado los incendios en la región, lo que añade una dimensión realista a la inquietud generada por las palabras de Nostradamus.
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Jorge García González
Centuria I, LXXIII: León, Sevilla y la caída de ciudades
“Francia tiene cinco partes por negligencia asediadas, Túnez, Argal acometidas por persas: León, Sevilla, Barcelona caída, no tendrá la flota por los venecianos”.
Esta profecía ya ha sido analizada en numerosas ocasiones, porque incluye a tres ciudades españolas. Aquí, Nostradamus menciona a Sevilla entre las ciudades que experimentarán adversidades, aunque no especifica el tipo de desastre. Las referencias a múltiples ciudades que podrían sufrir alguna forma de destrucción han llevado a analistas de las profecías a vincular este verso con fenómenos naturales o eventos políticos que afectarían a Europa y al norte de África.
En el caso de Sevilla, algunos creen que esta predicción podría aludir a la vulnerabilidad de la ciudad ante catástrofes climáticas, lo que encajaría con el aumento de los incendios y otros desastres medioambientales en la región. El tono y los elementos de las profecías de Nostradamus nos recuerdan que estas interpretaciones se basan en textos abiertos a múltiples significados, y no tienen base científica ni tendrían por qué cumplirse. Sin embargo, la mención de Sevilla y otras ciudades españolas en sus versos ofrece un intrigante misterio sobre el futuro de nuestro país.